Tras vivir años turbulentos y escandalosos, todo indica que Ezequiel ‘Pocho’ Lavezzi encontró el camino de la paz y la tranquilidad. Vivió tiempos muy difíciles dentro de su vida hace algún tiempo, con una serie de internaciones debido a sus problemas con las adicciones. Sin embargo, todo parece haber cambiado en estos últimos meses.
Es que, como si fuese una señal del destino, de ese universo que nos rige, la vida le envió al Pocho la posibilidad de convertirse en padre por segunda vez. Hablamos de su primer hijo junto a Guadalupe Tauro, su actual pareja y quien dio a luz al bebé hace ya casi siete meses, generando un punto de inflexión en la vida íntima de la pareja.
Vittorio Lavezzi nació durante la tarde del 26 de julio de 2024 en la clínica Maternidad Oroño de Rosario, en Santa Fe. Cabe recordar que fue el segundo hijo de Lavezzi, ya que también es papá de Tomás, de 19 años, fruto de la relación con Débora, quien fue su novia en la adolescencia. Definitivamente, la llegada del bebé iluminó la vida del exjugador de la Selección y de Guadalupe (para ella Vittorio sí fue su primer hijo).
Tras el nacimiento del bebé, tanto el Pocho como su familia se fueron a vivir a Punta del Este. Desde allí le concedió una nota a la revista ¡Hola! Argentina, donde más allá de destacar la tranquilidad del lugar, también explicó que está feliz con este rol de papá que está teniendo: “Hago todo! Estoy muy feliz de poder vivir toda esa parte, que con mi primer hijo me perdí”.
POCHO LAVEZZI SE RECUPERÓ DE LAS ADICCIONES Y DISFRUTA SU NUEVO ROL DE PADRE
Pero el dato fuerte es esta nueva versión suya. “Estoy encontrándome conmigo, con cosas que quiero hacer, y la verdad es que no extraño nada jugar al fútbol. Yo tomé una decisión y sigo respetándola. Fueron muchos años, casi toda mi vida fue jugar al fútbol… es lo que único que hice. Pero hoy disfruto de otras cosas. Disfruto de visitar a mis compañeros, a los amigos que hice con el fútbol, y eso me lleva a estar cerca de lo que hice siempre, pero desde otro lado: sin presiones, sin obligaciones, sin horarios”, explicó el Pocho.
El ex San Lorenzo sostuvo que toda su energía está abocada a sus dos hijos y su pareja: “Estoy muy bien, totalmente enfocado en mi familia, en mis pilares que son Guada, Vitto y Tomi. Estoy muy cerca de ellos, que me dan energía, me ayudan a querer estar bien, a proyectar, a pensar en el futuro para tener la familia que siempre soñé”.
Con la fe de evitar problemas esta vez, el Pocho agregó: “Quiero hacer las cosas bien, por eso estoy en tratamiento y me siento bien haciéndolo. Lo que más me importa es poder acompañar a mis hijos, a cada uno en lo que le está tocando vivir. Ellos están en etapas completamente diferentes y yo soy el papá de los dos, así que tengo que adaptarme a lo que vive cada uno y tener la valentía y la posibilidad de acompañarlos estando bien, en mi mejor versión, sin llevarles preocupaciones. Lo que quiero es estar con ellos desde el amor”.
Luego, con la emoción a flor de piel, Lavezzi remarcó la importancia de su familia para vencer estas tormentas fuertes de la vida: “Gracias a mi familia y al tratamiento, creo que de a poco volví a tener ese brillo que tal vez en algún momento me faltó”.