domingo, 13 de abril de 2025 09:00
Tesla dio inicio oficialmente a sus operaciones en Arabia Saudí el jueves, marcando un nuevo capítulo en la expansión global de la empresa y superando una compleja relación entre su CEO, Elon Musk, y el reino. Sin embargo, el clima extremo del país podría presentar desafíos en el rendimiento y la eficiencia de las baterías de sus vehículos eléctricos.
La historia entre Musk y Arabia Saudí ha estado marcada por tensiones. En 2018, Musk anunció que había asegurado financiación del fondo soberano del reino para privatizar Tesla, pero ese acuerdo nunca se concretó, lo que generó fricciones persistentes.
Con la apertura de su primera sala de exhibición y centro de servicio en Riad, Tesla finalmente hace su esperada entrada en el mercado saudí. La instalación ofrecerá diversos modelos, incluyendo el Model 3, el Model Y, y el Cybertruck. Además, se abrirán tiendas temporales en Riad, Jeddah y Dammam.
El evento inaugural en Riad atrajo a una gran multitud que incluyó creadores de contenido, entusiastas de los automóviles y clientes emocionados por la llegada de Tesla al reino. Bader Khalid, un empresario local, expresó su entusiasmo: “Es un paso hermoso que hemos estado esperando: finalmente ver a Tesla en Arabia Saudí. El país avanza claramente hacia los vehículos eléctricos».
A pesar del entusiasmo, el reino enfrenta importantes desafíos en términos de infraestructura, ya que cuenta con un número limitado de estaciones públicas de carga para vehículos eléctricos. El gobierno ha anunciado planes para expandir esta red de carga como parte de sus objetivos de sostenibilidad.
Musk goza de una gran popularidad en Arabia Saudí, donde muchos lo consideran un innovador y un visionario del futuro. Mohammed Osama, un adolescente que se describe como un apasionado de Tesla, comentó: “Él siempre mira hacia adelante. Tal vez algunas cosas no tengan sentido ahora, pero en el futuro, todo encajará: está construyendo algo más grande”.
A pesar de las expectativas, muchos asistentes esperaban que Musk hiciera una aparición, aunque no fue así. Tesla ha enfrentado críticas y vandalismo en varias partes del mundo, especialmente tras la influencia de Musk en la administración de Donald Trump y su trabajo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Sin embargo, la opinión en Arabia Saudí parece indiferente a estos asuntos. Khalid afirmó: “Los eventos políticos fuera de Arabia Saudí no nos conciernen. Así que no creo que esto tenga ningún efecto”.
Asimismo, otra empresa de vehículos eléctricos, Lucid Motors, ha estrechado su relación con Arabia Saudí, donde el Fondo de Inversión Pública del reino posee una participación mayoritaria. Lucid planea construir su primera planta de fabricación internacional en Yeda, un paso significativo en el impulso del reino para convertirse en un centro de tecnología automotriz avanzada.
La creciente atención hacia los vehículos eléctricos también se alinea con la Visión 2030 de Arabia Saudí, un ambicioso plan para diversificar la economía y reducir la dependencia del petróleo. El gobierno apunta a que el 30% de todos los vehículos en Riad sean eléctricos para 2030, lo que hace que la entrada de Tesla sea un asunto clave en esta estrategia.
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