La reunión que mantuvo el presidente Javier Milei con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, no solo le dejó al Gobierno un gesto de apoyo político por parte de la administración de Donald Trump sino también una señal favorable para la negociación con la que busca reducir al mínimo posible el impacto de los aranceles y la guerra comercial que lanzó el mandatario norteamericano.
Bessent es un funcionario clave en el marco de la agresiva política comercial exterior que puso en marcha el republicano al elevar 145% los aranceles para China -principal apuntado por esta estrategia- y 10% para el resto de los países, entre los que está Argentina. Días atrás la secretaria de Agricultura de Trump cuestionó la exportación de carne de este país a norteamérica.
El objetivo final declarado de Milei es firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y, mientras intenta desarmar los obstáculos que le impone la pertenencia al Mercosur, busca como paso previo negociar excepciones a esa política arancelaria, en el impasse de 90 días que dispuso Trump luego del primer terremoto que generó en los mercados.
Lo mismo pretenden la Unión Europea y casi todas las naciones que se ven afectadas y por eso la visita de Bessent fue tan importante para el gobierno de Milei: es el funcionario con el que todos quieren sentarse a dialogar por estos días y realizó una visita relámpago exclusivamente a la Argentina para, según afirmó, «las primeras conversaciones formales sobre comercio recíproco entre los dos países».
La visita en sí misma ya era festejada por Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, por darse en el primer día de las operaciones tras el levantamiento del cepo al dólar oficial, pero además le dio la oportunidad al Presidente de adelantarse y anunciar la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial beneficioso con Estados Unidos, aunque todavía queden por delante condiciones por acordar. La administración republicana tiene el ojo puesto en la relación con China.
El guiño que consiguió Javier Milei de EE.UU. en plena guerra comercial de Donald Trump
Tras la reunión que Bessent compartió en Casa Rosada con Milei, Caputo, su viceministro José Luis Daza; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la Embajada de Estados Unidos en el país emitió un comunicado en el que destacó que el secretario del Tesoro elogió al Gobierno «por avanzar rápidamente en la negociación con los Estados Unidos de un paquete de medidas comerciales recíprocas».
Se trató de una clara alusión a las negociaciones que Trump abrió con todos los países tras el golpe inicial de la suba de aranceles, con guiño incluido. Poco después, Bessent confirmó durante un mensaje conjunto con Milei -que fue grabado- que con su visita dio «inicio a las primeras conversaciones formales sobre comercio recíproco entre los dos países».
Más allá de que develó así parte del motivo real de su inusual visita al país, Bessent leyó una declaración llena de definiciones calcadas sobre el discurso oficial del Gobierno: habló de la «herencia», dijo que «la economía argentina se balanceaba al borde de un precipicio» y destacó el «coraje» de Milei frente al «establishment», a la vez que trazó un paralelismo su gestión y la de Trump.
«En muchos sentidos, Milei y el movimiento MAGA comparten el mismo rumbo», afirmó el secretario del Tesoro al tiempo que resaltó el apoyo de Estados Unidos «al presidente Milei y la visión de su gobierno» y la «voluntad de colaboración del gobierno del presidente Trump con Argentina».
El objetivo de Javier Milei: ¿conseguirá arancel cero para Argentina?
El mensaje público de Bessent no podría haber sido más a gusto del Gobierno. «Somos sus socios en esta oportunidad histórica», afirmó el funcionario norteamericano. Milei aprovechó el momento para celebrar que «hoy Argentina está viviendo su propio ‘día de la liberación’», como llamó Trump al día en que anunció la suba de aranceles para todo el mundo. El argentino, obviamente, se refería al levantamiento del cepo al dólar «tras 15 años de control de capitales».
Seguidamente, el Presidente reiteró que Argentina «tiene la intención de ser un aliado firme de los Estados Unidos en la región» y anticipó: «A nivel comercial, entendemos la propuesta de aranceles recíprocos que elaboró el presidente Trump y estamos listos para firmar un acuerdo comercial en dicha línea».
El Gobierno empezó así a verse en una situación privilegiada dentro de la guerra comercial que lanzó Estados Unidos, o al menos eso intentó transmitir tras la visita de Besset. No obstante, el objetivo de tener un tratamiento preferencial en el nuevo contexto todavía no está asegurado a pesar del fuerte respaldo político que le hizo llegar Trump a Milei.
Así lo dejó ver el propio Besset después del mensaje conjunto, al ser consultado durante una entrevista sobre la posibilidad de que algún país tenga arancel cero: «Ya veremos. No sé qué pasará con las negociaciones, porque tenemos un montón de obstáculos que superar: barreras comerciales arancelarias y no arancelarias», respondió el secretario del Tesoro.
Una negociación compleja, con China en el medio: el otro mensaje de EE.UU. a Javier Milei
De esta forma, el acuerdo que busca Milei está recién en conversaciones. Trump apunta a renegociar condiciones con cada país y la Argentina está en una situación particular por surelación con China, que recientemente renovó por un año con el Banco Central el tramo de u$s5.000 millones correspondiente al swap de monedas vigente, que es de casi u$s18.000 millones en total.
Ese convenio es de suma importancia para las reservas del Central y a su vez la administración de Trump tiene mucho interés en reducir la influencia del gigante asiático en América Latina. Lo mostró con la presión sobre el Canal de Panamá. Por ello la posición de Argentina para negociar por el menor impacto posible de la guerra comercial en sus exportaciones es peculiar.
Bessent reconoció que ese crédito de Argentina con China se extenderá otro año y señaló que «a medida que esta administración (la de Milei) mantenga su política económica inflexible, deberían eventualmente tener suficientes entradas de divisas para poder pagarlo».Tanto el Tesoro como la Casa Rosada aseguran que la cancelación del swap no es un pedido del gobierno de Estados Unidos.
En cualquier caso, la adminsitración de Trump está en posición de poner condiciones. Bessent también puso de relieve en su mensaje oficial el apoyo que brindó Estados Unidos para que Caputo cerrara el nuevo acuerdo con el FMI que le aseguró u$s20.000 millones con un primer y rápido desembolso. Por el momento, el respaldo políitico es un gesto importante para la gestión libertaria.
Por su parte, Milei profundizó su alineamiento con una declaración de corte geopolítico: «Las raíces de las semillas plantadas en esta nueva relación deben ser lo suficientemente fuertes como para poder expandirse en toda la región (…) Argentina está determinada a volver a ser el faro de luz que necesita América del Sur«, afirmó.
Así, la reunión de Javier Milei con el secretario del Tesoro de Estados Unidos abrió la puerta a una negociación que el Gobierno espera cerrar rápido y con un saldo positivo para el país, pero que en rigor apenas comienza y depende de las condiciones que imponga Donald Trump en su guerra comercial, que apunta principalmente contra China.