domingo, 20 de abril de 2025 00:26
¿Con qué frecuencia debemos pesarnos? ¿Es bueno pesarse todos los días? ¿A qué hora pesarnos? ¿Por qué el peso cambiar a lo largo del día? Son muchas las dudas… Y pocos temas son tan debatidos en el ámbito de la salud como el valor de la humilde báscula o balanza de baño. Incluso entre los médicos y nutricionistas suele darse el mismo debate.
Algunos expertos recomiendan pesarse diariamente para controlar el peso, sobre todo cuando se sigue un programa de dieta y ejercicio para adelgazar. Otros sugieren dejar de lado este hábito, argumentando que pueden desencadenar respuestas psicológicas y comportamientos poco saludables cuando no nos gusta o no interpretamos correctamente el número que vemos en la báscula.
Otros recomiendan pesarse semanalmente, incluso cuando no estamos intentando perder peso. Estos son los motivos.
Investigaciones recientes confirman que pesarse regularmente es una estrategia eficaz para perder y controlar el peso, principalmente porque ayuda a aumentar la conciencia de nuestro peso actual y a detectar cambios.
Una revisión sistemática de una docena de estudios concluyó que los participantes que se pesaban semanal o diariamente durante varios meses perdían entre 1 y 3 unidades de IMC (índice de masa corporal) más y recuperaban menos peso que los participantes que no se subían a la báscula con frecuencia.
Los autopesajes son una herramienta esencial para controlar el peso a medida que envejecemos. Los adultos tienden a ganar peso progresivamente a lo largo de la mediana edad. Aunque el aumento medio de peso suele ser de entre 0,5 y 1 kg al año, esta modesta acumulación de peso puede conducir a la obesidad con el tiempo. Pesarse semanalmente y llevar un registro de los resultados ayuda a evitar un aumento de peso innecesario.
Hacer un seguimiento de nuestro peso también puede ayudar a identificar problemas médicos a tiempo. Los cambios drásticos de peso pueden ser un signo precoz de algunas afecciones, como problemas de tiroides, digestión y diabetes.
Pero nuestro peso corporal puede fluctuar en un mismo día y a lo largo de los días de la semana. Varios estudios indican que el peso corporal fluctúa un 0,35 % entre semana y suele ser mayor después del fin de semana.
Las fluctuaciones diarias y cotidianas del peso corporal tienen varias explicaciones, muchas de ellas relacionadas con el contenido de agua de nuestro cuerpo. Las causas más comunes incluyen:
El tipo de comida que hemos consumido.
Nuestro contenido de agua (aumenta cuando consumimos alimentos más ricos en sal).
Nuestra ingesta de alimentos
Ejercicio
Cambios hormonales
Todas estas fluctuaciones son normales, y no son indicativas de cambios preocupantes ni significativos en nuestra grasa corporal o masa muscular. Sin embargo, ver estas fluctuaciones puede hacer que nos obsesionemos con el peso y generar un estrés innecesario.
Pesarse con demasiada frecuencia puede crear una obsesión y hacernos más mal que bien.
A menudo, nuestra reacción cuando vemos que el número no se mueve en la dirección que queremos es restringir aún más nuestra ingesta de alimentos o sumarnos a la última dieta de moda.
Pesarse semanalmente proporciona una medida más precisa de las tendencias de nuestro peso a lo largo del tiempo. Lo ideal es que nos pesemos siempre el mismo día de la semana, a la misma hora y en el mismo entorno cada semana.
Por ejemplo, todos los viernes a primera hora de la mañana antes de entrar a la ducha o después de haber ido al baño, pero siempre antes de haber bebido o comido nada.
Otra buena opción es dejar que el control lo haga un profesional médico nutricionista, que sepa indicar qué hace falta en materia de alimentación y ejercicios.