24/04/2025 12:30hs.
La sonrisa de Marcelo Gallardo, con café en mano, al dejar el hotel en Quito y subirse al micro rumbo al aeropuerto retrata que el largo regreso a Buenos Aires es esperanzador. River llegará al superclásico con pocas horas de descanso después del esfuerzo en la altura y de un viaje de casi seis horas, pero fortalecido anímicamente por el 2-2 ante Independiente del Valle. Serán sólo dos los entrenamientos que tendrá el entrenador para evaluar a los jugadores y definir el 11, motivo por el cual le hizo un pequeño ajuste a la apretada agenda antes del domingo.
La delegación aterrizará este jueves entre las 19 y las 20 horas en Ezeiza y el reencuentro será el viernes por la mañana en el River Camp, donde los que sumaron minutos en la altura harán trabajos regenerativos. Y el cambio de logística será en la jornada del sábado: esta vez, el plantel no concentrará por la noche en el Monumental como es habitual.
Pensando en el Súper y para tener al plantel reunido el máximo tiempo posible, la práctica será matutina en el Monumental y los que figuren en la lista de concentrados se quedarán en el club desde el mediodía, a la espera del duelo más esperado por los hinchas.
«Vamos a jugar un clásico el domingo con un vuelo en el medio, con pocos días de descanso. El resultado entonces final nos pone que el esfuerzo no fue en vano y claramente en lo anímico vale y mucho», expresó el Muñeco, dejando en claro que lo emocional será clave para suplir el desgaste de la travesía por Ecuador y del propio partido en condiciones atípicas.
Así, a pesar de que Boca llegará al 27A «con un partido menos», por lo que «el rival va a estar fresco el partido», el Muñeco confía en que la remontada frente a Independiente del Valle «mentalmente nos va a ayudar a recuperarnos rápido y a enfocarnos».