miércoles, 11 de junio de 2025 17:00
La tranquilidad habitual de la familia real de los Países Bajos se vio alterada en las últimas horas por un hecho inesperado que involucró directamente a la princesa Amalia, hija mayor de la reina consorte Máxima Zorreguieta. La joven sufrió un accidente mientras practicaba una de sus actividades preferidas: la equitación.
Durante una sesión de entrenamiento ecuestre, la princesa Amalia cayó de su caballo en un mal movimiento que le provocó una lesión de consideración. Aunque los detalles se manejan con suma discreción, trascendió que el impacto contra el suelo fue fuerte y derivó en una fractura en uno de sus brazos.
La información fue confirmada por algunos medios neerlandeses, que indicaron que la joven heredera fue trasladada de inmediato a un centro médico de alta complejidad en la ciudad de Utrecht. Allí fue evaluada por un equipo de especialistas que resolvió intervenirla quirúrgicamente sin demoras.
La operación se realizó con urgencia y, según las fuentes cercanas a la familia real, el procedimiento fue exitoso. Se espera que la recuperación de la princesa sea progresiva y que en los próximos días reciba el alta médica, aunque deberá mantenerse alejada de las actividades físicas por un tiempo.
El incidente generó una gran conmoción en el entorno de la Casa Real, especialmente por el contexto en el que ocurrió. Amalia, de 21 años, se encuentra cada vez más expuesta al ojo público como futura reina, y todo lo que le sucede despierta una atención particular tanto en Países Bajos como en Argentina, donde su madre tiene profundas raíces.
En el momento del accidente, la reina Máxima Zorreguieta se encontraba cumpliendo con compromisos oficiales. Estaba participando de una conferencia sobre salud mental estudiantil, en el Palacio Noordeinde, en La Haya. Al enterarse de lo ocurrido, abandonó de inmediato la actividad para dirigirse al hospital donde fue internada su hija.
Este episodio vuelve a poner en foco la vida de los jóvenes miembros de las monarquías europeas, que si bien gozan de privilegios, también están expuestos a situaciones imprevistas. En este caso, un accidente doméstico, que podría haberle pasado a cualquier joven, activó todo el protocolo de emergencia real.
Amalia, quien desde hace tiempo ha asumido un rol más visible dentro de la familia real, deberá ahora enfocarse en su recuperación. Mientras tanto, en ambos lados del Atlántico, se sigue de cerca su evolución con preocupación, pero también con alivio por el resultado favorable de la cirugía.