Lionel Messi volvió a ser centro de atención este miércoles, pero no por un gol ni una asistencia. A tan solo horas del cruce entre Inter Miami y Porto por la segunda fecha del Grupo A del Mundial de Clubes 2025, el capitán argentino generó preocupación en el cuerpo técnico tras mostrar signos de dolor en la parte posterior de su muslo izquierdo durante la entrada en calor del entrenamiento.
El episodio se produjo en los primeros minutos de la práctica. Mientras dialogaba con Javier Mascherano, el entrenador del conjunto estadounidense, el capitán de la Selección Argentina comenzó a tocarse el isquiotibial izquierdo, un gesto que no pasó inadvertido ni para el cuerpo médico ni para los medios presentes.
Si bien continuó en el campo, se lo vio retrasado en la incorporación a los ejercicios con el resto del plantel, lo que despertó dudas sobre su estado físico. A diferencia de otros episodios que lo marginaron en el último tiempo -la mayoría por molestias en los aductores-, esta vez el problema parecería estar en una zona diferente.
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Hasta el momento no se emitió parte médico oficial, y la incógnita sobre su presencia desde el inicio ante Porto sigue latente. La noticia llega en un momento clave del torneo. Tras la primera fecha, la zona se encuentra totalmente igualado, con todos los equipos con un punto tras sendos empates sin goles.
Por eso, un triunfo en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta este jueves 19 de junio desde las 16:00 podría ser determinante para que Inter Miami quede muy cerca de avanzar a octavos de final.
Mascherano y su equipo de trabajo deberán decidir si arriesgar a su principal figura desde el arranque o esperar hasta último momento para definir su inclusión. Una posibilidad es que Messi comience en el banco de suplentes y entre en el segundo tiempo si el equipo necesita un empujón ofensivo.
La «Pulga», de 37 años, ha tenido una temporada con altibajos físicos, lo que lleva a las Garzas de Florida a ser especialmente cuidadosos en sus manejos. Aunque no hay diagnóstico oficial, el simple hecho de que el propio jugador se tocara el isquiotibial frente a las cámaras enciende una luz de alerta.
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En la previa de un partido fundamental, la salud del mejor jugador del plantel vuelve a ocupar el centro de la escena. Y si bien en Miami reina la ilusión de avanzar en la Copa del Mundo, todo parece depender, una vez más, de cómo esté Messi.
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