Se convirtió en leyenda en el Barcelona de Maradona, pero los problemas personales lo condujeron a la calle.
Tras el retiro, muchos exjugadores de fútbol deben sobreponerse a diferentes dificultades y problemas que parecían lejanos mientras estaban dentro del campo de juego. Muchos de ellos pierden toda su fortuna por malos manejos y adicciones, que no hacen más que conducir a la soledad total.
Julio Alberto creció en un orfanato. A pesar de los obstáculos, forjó un carácter indestructible que le permitió ganarse el reconocimiento del mundo entero. El fútbol se convirtió para él en mucho más que un juego: fue un escape y una oportunidad para tener una nueva vida.
Gracias a su esfuerzo y talento, jugó en los mejores equipos del mundo, como, por ejemplo, en el Barcelona de Diego Armando Maradona durante la década del 80. Además, también defendió la camiseta de su querida selección española.
Julio Alberto y su paso por el fútbol
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Alberto ganó cinco títulos con la camiseta del Barcelona.
Alberto comenzó su carrera en el fútbol vistiendo la camiseta del Atlético de Madrid, club que le abrió las puertas a la élite del deporte. Su talento lo llevó, en 1982, a dar el gran paso al Barcelona.
En el elenco catalán no solo logró afianzarse como titular indiscutido, sino que también tuvo la oportunidad de jugar junto a figuras legendarias como Maradona. Durante su etapa con en el «Blaugrana», conquistó dos ligas domésticas y tres Copas del Rey.
Su buen nivel también le permitió vestir la camiseta de la selección española, representando al país en torneos internacionales de gran relevancia como la Eurocopa de 1984 y la Copa del Mundo de 1986 en México.
Su vida después del retiro
Tras alejarse del verde césped, Alberto pasó por una dura crisis personal que lo llevó a la calle debido a la depresión y las adicciones. Pero, al igual que su infancia, se sobrepuso y se formó como director técnico y fundó Relife, una organización para apoyar a personas en situaciones similares.
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