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Sembrador de fe entre Catamarca y Tucumán

Don Carmen Figueroa fue elegido dos veces como Diputado Nacional. Su primer período fue aprobado e incorporado el 8 de mayo de 1874, concluyendo el 30 de abril de 1878. Su segundo mandato comenzó el 5 de mayo de 1882 y se extendió hasta el 30 de abril de 1886.

– Raíces maternas: La fe cristiana estaba profundamente arraigada en la familia Escobar, especialmente por la línea materna. Desde Chile, ingresaron tres hermanos Arturo, Roberto y el sacerdote mercedario Rufino Escobar Ortiz, quien, con la debida autorización del Obispo de Catamarca, ejerció el ministerio sagrado en la parroquia de Santa María -dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria- desde el 8 de julio de 1903 hasta el 15 de marzo de 1915, según consta en el Libro de Designaciones y Decretos del Obispado.

En 1915, el padre Escobar Ortiz solicitó permiso para ausentarse, posiblemente con la intención de regresar a su país natal. En su reemplazo, fue designado el inspector de parroquias, presbítero Julio Arnedo. En cuanto a don Arturo Escobar cuando ingresó al país, se estableció en Santo Tomé (Santa Fe). Allí don Arturo conoció a su futura esposa, Desideria Candiotti con quien tuvo seis hijos: Elena, María, Eudoro, Sara y Amelia Escobar. Con el paso de los años, y respondiendo al llamado de su hermano, el presbítero Rufino Escobar Ortiz -quien residía en la localidad de Santa María, Catamarca-, don Arturo Escobar se estableció junto a su familia en la finca “Los Chañarales”, propiedad que había adquirido tiempo atrás el sacerdote. En ese período, dos de sus hijas contrajeron matrimonio: Sara, y María escobar, quien se unió en matrimonio con Augusto Ramón Figueroa.

En 1909, doña Desideria, esposa de don Arturo, falleció como consecuencia de una afección pulmonar que ya la aquejaba. Ante esta dolorosa pérdida, don Arturo decidió regresar a Santo Tomé acompañado por sus hijos Elena, Amelia y Eudoro.

Nueva generación y el nacimiento de una vocación

María Escobar nació en 1886 en Santo Tomé (Santa Fe), mientras que Augusto Ramón Figueroa nació en 1876 en Santa María. Contrajeron matrimonio en 1908 y se establecieron en la esquina de Belgrano y Sarmiento, donde nacieron sus hijos: Augusto Rafael (1910), Ernesto Alfonso (1912), Luisa Gabriela (1914), Fausto Arturo (7 de agosto de 1916) y María Ester Benancia (1918).

Don Augusto Ramón, además de agricultor, fue un activo orador y cofundador del «Partido Yrigoyenista» en Santa María. Adquirió una vivienda en San Miguel de Tucumán, en la Av. Sarmiento 354. Poco después enfermó de hepatitis y falleció el 6 de julio de 1927, a los 51 años. Esta pérdida llevó a María Escobar a trasladarse con sus hijos a Tucumán.

En la ciudad de Tucumán, Rafael y Ernesto continuaron su formación académica en el Instituto Técnico, donde obtuvieron el título de ingenieros civiles. Fausto Arturo, en cambio, había iniciado sus estudios en la Escuela Normal de Santa María, pero en 1928, con apenas 12 años, su madre lo envió al Seminario Conciliar de Catamarca, donde comenzó su camino hacia el sacerdocio.

Su hermana, María Ester, ingresó en 1945 al convento de las Hermanas del Buen Pastor, adoptando el nombre religioso de Sor María Josefa del Corazón de María. A lo largo de su vida consagrada fue superiora en comunidades de Jujuy y posteriormente en Tucumán. Falleció en la ciudad de Córdoba, ya en edad avanzada.

La vocación religiosa no se agotó en esa generación: años más tarde, un sobrino nieto de Fausto y María, el presbítero Carlos Figueroa -hijo del ingeniero Augusto Rafael Figueroa, hermano mayor del Pbro. Fausto Arturo-, también abrazó el sacerdocio.

Así, la semilla de fe sembrada por el Pbro. Rufino Escobar Ortiz en el seno de su familia no sólo germinó, sino que floreció en múltiples vocaciones al servicio de la Iglesia.

El llamado sacerdotal

Fausto Arturo ingresó al Seminario de Catamarca en 1928. Allí cursó estudios de Humanidades, Filosofía y Teología. durante el pontificado de Mons. Carlos Hanlon, obispo de la diócesis de Catamarca, lo designa como Capellán en el Colegio del Huerto, después el 3 de septiembre de 1942 como Vicario Ecónomo en la Iglesia de Capayán de “Nuestra Señora de Lujan”. Fue ordenado sacerdote el 18 de diciembre de 1943 en la Catedral de San Fernando del Valle de Catamarca Recién para el 4 de abril de 1944 es nombrado recién como cura Párroco de Capayán hasta el 3 de marzo de 1948.

Desde sus primeros años de ministerio, demostró una vocación pastoral centrada en la sencillez, la humildad y el compromiso con las comunidades más alejadas. Su tarea fue fecunda en diversos puntos de la provincia, destacándose especialmente su labor en Andalgalá. Pues el día 7 de octubre de 1948 es puesto en posesión canónica en la Parroquia de San Francisco de Asís suplantando al Pbro. Ángel C. Oviedo, allí permaneció durante 15 años.

La labor del Pbro. Fausto Figueroa fue intensa y multifacética. Durante su periodo pastoral impulsó la formación de círculos y centros de laicos, y creó juventudes en todos los distritos. Entre las comisiones más destacadas figuran: la A.J.C. “Santa Teresa de Jesús” en Huaco, “San Luis Gonzaga” en Malli y el Círculo Rural “Santa María Goretti” en La Aguada.

En 1954 instaló la primera radio AM en el exterior de la parroquia, con parlantes mediante los cuales difundía música, lecturas bíblicas, horarios de misa y anuncios de películas. También adquirió un cine móvil marca Cinepa de 16 mm para proyectar películas en la parroquia y los distritos, con especial atención al público infantil. En esta tarea colaboraban las Hermanas Terciarias Franciscanas.

También colaboró con la educación departamental, tal vez sin su gestión, el “Instituto Gratuito Mixto de Enseñanza Secundaria Presidente Perón “no hubiera iniciado con más celeridad sus clases, luego de enterado que la Comisión que la Escuela Provincial Lafone Quevedo no facilitaba sus instalaciones. El Pbro. Figueroa se reúne con la comisión del instituto luego realiza las gestiones ante el Obispado, para el préstamo del Salón Parroquial. Las clases iniciaron el 1 de julio de 1953. Él mismo impartió clases de francés en 1953 y enseñó religión en 1954 y 1955. Las clases continuaron allí hasta septiembre de 1956, cuando se adquirieron las instalaciones del “Fuerteñito Bailable”, dando origen al nuevo edificio escolar. Tras el derrocamiento del presidente Perón, el instituto fue renombrado “Instituto Andalgalá”, y más tarde “Escuela Normal Mixta de Andalgalá”.

Entre sus obras materiales más relevantes se destaca la culminación del campanario de la iglesia, incluyendo la instalación del reloj monumental y su capitel. El anteproyecto fue iniciado con la empresa Mastro-Lorenzo y el plano de obra fue enviado por su hermano, el arquitecto Rafael Figueroa, el 11 de septiembre de 1951. El contrato para adquirir el reloj se firmó el 18 de abril de 1956 con la Relojería Sudamericana de Luis Verstraeten, en Santa Fe. El equipo -modelo “Reloj Monumental de Torre Tipo A” (eléctrico-mixto)- fue despachado el 7 de octubre de 1957.

En mayo de 1959, su hermano Ernesto Figueroa, ingeniero civil, compró en Tucumán el bonete metálico y la cruz, que luego fueron armados en Catamarca por el Ing. Augusto Figueroa y enviados a Andalgalá. Finalmente, el reloj fue instalado el 27 de noviembre de 1960 por el propio maestro Verstraeten, culminando así una de las gestas más emblemáticas de su legado pastoral.

Su visión trascendía la mera asistencia sacramental; concebía a la Iglesia como una casa visible y viva de Dios en cada rincón del territorio. Por ello, se dedicó con fervor a promover, acompañar y concretar la edificación y restauración de capillas en distintas localidades y parajes andalgalenses, muchas de ellas aún en pie como testimonio de su vocación y entrega.

Capillas construidas, restauradas

Capilla de Amanao: Inició su construcción en 1945. Durante la gestión del Pbro. Figueroa, en 1951 se renovó completamente el techo por su mal estado y se efectuaron otros trabajos importantes.

Capilla de Vis Vis: Solicitada en septiembre de 1952, comenzó a construirse a fines de 1953, con una sala de 8 x 5 metros, y se prolongó hasta 1957. El Pbro. Figueroa y su colaborador, el Pbro. Holubiec, trabajaron activamente en la construcción.

Capilla de Villa vil: Su construcción comenzó en 1947 con el Pbro. Andreatta. En 1955, por gestión del Pbro. Figueroa, se adquirieron chapas de zinc para renovar el techo deteriorado. Las obras concluyeron a inicios de 1956.

Capilla de Choya: La piedra fundamental fue colocada en 1942. Iniciada en 1947, bajo la gestión del Pbro. Figueroa se completó el techado.

Capilla del Potrero: Autorizada en 1945, comenzó en 1947 y se concluyó en 1950, bajo el período del Pbro. Figueroa. Fue bendecida por el Obispo Carlos Hanlón el 1 de octubre de 1953.

Capilla de Chaquiago: Iniciada en 1940 y concluida en 1950. Fue bendecida por Mons. Hanlón el 2 de octubre de 1953.

Capilla Virgen Peregrina del Valle: construida en la localidad de la Aguada en la propiedad donada por Oscar Anderch, Piedra fundamental colocada el 11 de julio de 1954 en honor al segundo Congreso Mariano Nacional de 1954. Finalizó el 24 de diciembre de 1958.

Capilla de Malli 2°: Iniciada en 1946 en terrenos donado por la familia Cecenarro. Bajo el Pbro. Figueroa, se completaron el altar (1950), la base de la torre (1953), el coro y otros detalles. Fue concluida en 1959.

Capilla de Cóndor Huasi: Originalmente privada. En 1951, gracias a la gestión del Pbro. Figueroa, pasó a ser propiedad de la Iglesia. Fue techada nuevamente en 1953.

Capilla del Suncho: Piedra fundamental en 1945 su techado se completó en 1955. El revoque y otros detalles concluyeron en 1960.

Capilla Buena Vista (San isidro Labrador): Iniciada en 1952 y finalizados años después colaboro en la construcción el director de la escuela de la Alumbrera el Sr. Ponesa.

Capilla de las Pampitas (San José): Remodelada en la década del 50. Se le agregaron habitaciones para el sacerdote, una torre y una fuente. El maestro de escuela colaboró en su construcción.

Oratorio (Ntra. Sra. de Lourdes): Terreno donado por la familia Moreno en los Altos de las Juntas, allí comenzó su correría pastoral junto a su ahijado y ayudante, el Pbro. Hugo Argentino Córdoba.

Capilla del Suncho (ampliación de propiedad): El terreno original (750 m²) se amplió en 1952 con otros 750 m² comprados a Obid Beti, bajo gestión del Pbro. Figueroa.

Capilla el Lindero (San Isidro Labrador): Los cimientos fueron colocados por el Pbro. Andreatta. Su edificación la inició el Pbro. Figueroa. Es la iglesia de mayor estructura en Aconquija y cuenta con casa parroquial. El Pbro. Figueroa tenía el proyecto de establecer allí la sede de una nueva parroquia que abarcara desde Yunca Suma hasta Cóndor Huasi. El plan no se concretó por su nombramiento en la Catedral tras el fallecimiento del Pbro. Moisés Varela. Pues tuvo que reemplazarlo como Rector Canónigo de la Catedral desde 1963 a 1969.

De la Catedral Basílica a los pueblos del norte tucumano

El presbítero Fausto Arturo Figueroa ejerció el cargo de Párroco en la Catedral Basílica por un período de seis años, a partir del 8 de agosto de 1963, fecha en la que fue nombrado por Su Santidad el Papa Pablo VI. Su renuncia fue presentada el 20 de septiembre de 1969. Antes de aceptar formalmente su dimisión, el entonces Obispo Carlos Francisco Torres Farías le dedicó un homenaje, manifestando públicamente su eterna gratitud por los servicios prestados por el sacerdote catamarqueño.

Los motivos reales de su renuncia como Rector de la Catedral Basílica según relató su sobrina, Ana Ponce de León, el Pbro. Figueroa mantenía un compromiso asumido con el Obispo de Tucumán, Mons. Agustín Barrere (1930–1952). Esto fue durante sus años de formación sacerdotal en el Seminario donde prometió su acción pastoral en departamento de Concepción. Existen otros factores que se conocen, pero no resultan relevantes en el contexto de esta biografía.

Lo cierto es que, ya incardinado en la Arquidiócesis de Tucumán, bajo el pastoreo de Mons. Blas Victorio Conrero (1968–1982), el Pbro. Figueroa continuó con una fecunda labor pastoral. En la localidad de La Ramada, departamento Burruyacúa 34 kilómetros al noroeste de la capital tucumana- construyó, con la colaboración de la Congregación del Buen Pastor y la organización alemana Adveniat, la Capilla “Cristo Redentor”. Esta obra fue edificada a principios de la década de 1970 y el sacerdote ejerció allí el ministerio parroquial por más de quince años, hasta sus últimos días de vida.

También dejó su huella en la comunidad de Alderetes, departamento Cruz Alta, donde participó activamente en la construcción de la iglesia “Santísima Trinidad”, con su diseño de tres naves concéntricas. Ubicada en el barrio “Piloto”, en el corazón de siete barrios obreros, su construcción fue posible gracias a la donación de terrenos por parte de un ingenio azucarero y al esfuerzo conjunto de la comunidad y Adveniat. El templo fue consagrado por Mons. Alberto Horacio Bózoli el 1 de abril de 1989.

El Pbro. Figueroa, catamarqueño de alma y corazón, falleció en Tucumán en 1991, mientras estaba internado en el Sanatorio Argentino, ubicado en la calle Balcarce. Un cáncer fulminante apagó su vida justo en el año del Centenario de la Coronación Pontificia de la Virgen del Valle, de la cual fue ferviente devoto. Su deceso ocurrió el 29 de junio, día de San Pedro, coincidiendo con su onomástico, como si la Providencia hubiera querido marcar con un signo su tránsito eterno. Su partida fue ampliamente destacada por los medios provinciales; el diario La Gaceta de Tucumán le dedicó una página completa el 6 de julio de 1991.

Los restos del presbítero no descansan en un cementerio convencional, por voluntad de la comunidad y en reconocimiento a su legado, fueron sepultados en el interior de la nave de la iglesia de La Ramada, el templo que él mismo fundó y pastoreó con entrega. Allí, en el corazón espiritual del pueblo, su nombre permanece vivo y su memoria se eleva como plegaria perpetua. Actualmente, la Comisión Pastoral de la localidad de La Aguada (Andalgalá) está elaborando un proyecto para denominar dos calles adyacentes con nombres de profundo valor espiritual y comunitario. Una de ellas llevaría el nombre de la advocación patronal de la localidad, “Virgen Peregrina”, y la otra el del sacerdote que promovió la permanencia de su imagen en el pueblo y fue el principal impulsor de la construcción de la capilla: “Pbro. Fausto Arturo Figueroa”. La iniciativa será elevada en las próximas semanas a consideración del Honorable Concejo Deliberante del Departamento Andalgalá.

Este es un homenaje sincero a un sacerdote oriundo del departamento de Santa María, cuya memoria no debe desvanecerse en el olvido de su tierra natal. El presbítero Fausto Arturo Figueroa dejó huellas imborrables en Andalgalá y en los años de entrega al frente del rectorado de la Catedral Basílica de Catamarca. Su vida fue semilla, su obra fue surco, y su recuerdo es ahora lámpara encendida en el corazón de los pueblos que amó y sirvió.

Colaboración: Investigador Claudio Benjamín Balsa

Fuentes

– El Parlamento Argentino 1854-1947 Cámara de Diputados de la nación-Bs. As. Imprenta del Congreso de la Nación pag.336-337

-Información de la sobrina del Pbro. Figueroa: Sra. Ana María Ponce de León (2021) – (nació 1944 Tucumán – falleció en Salta 30/1/2025)

– Información del sobrino nieto del Pbro. Figueroa: Dr. Pablo Ponce de León -Tucumán (2021)

– Archivo de la Parroquia San Francisco de Asís

– Archivo del Obispado de Catamarca

– Hemeroteca de la biblioteca Julio Herrera

– Claudio B, Balsa Tomo I año 2019 Capilla Virgen Peregrina del Valle

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