Santiago “Tato” Algorta se convirtió en el gran campeón de Gran Hermano 2025 tras imponerse con una contundente diferencia en la votación final. El uruguayo obtuvo el 62,8% frente a sus dos rivales: Luz Tito y Ulises Apóstolo.
Con 205 días dentro de la casa más famosa del país, el joven de 29 años logró destacarse por su astucia, su capacidad estratégica y su notable carisma. También fue el jugador con más liderazgos ganados en esta edición.
Un premio millonario para Tato Algorta
El ganador no solo se llevó la gloria, sino también un paquete de premios multimillonario.
Tato recibió 85 millones de pesos en efectivo, divididos entre los 70 millones base y el rendimiento adicional de 15 millones. Además, fue premiado con una casa prefabricada, una moto Motomel Skua 150 valuada en 3 millones de pesos y un año completo de cerveza gratis.
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El contador y creador de contenido ahora enfrenta una nueva vida fuera del reality, con un futuro económico resuelto y un nombre instalado en el espectáculo argentino.
Qué se llevaron los finalistas Luz y Ulises
Ulises Apóstolo, el cordobés que se perfiló como uno de los grandes jugadores de la edición, quedó en segundo lugar. Fue premiado con 23 millones de pesos,una casa prefabricada, una moto Motomel S2 150 Full (valuada en 2,5 millones) y un año de cerveza gratis.
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Luz Tito, la joven jujeña que conquistó al público con su empatía y su estilo de juego limpio, se quedó con el tercer puesto. Recibió 11 millones de pesos,una casa prefabricada, una moto Motomel Blitz 110 Plus y, al igual que sus compañeros, cerveza gratis por un año.
La emotiva despedida de Tato y el mensaje final del Big
Como último jugador en la casa, Tato Algorta fue quien tuvo el honor de apagar las luces. Con la voz quebrada por la emoción, dejó un mensaje que conmovió a todos: pidió salir de la zona de confort, perseguir los sueños y ser fiel a uno mismo.
Agradeció por haber conocido a Luz, Luci y Luchi, y también por la oportunidad de vivir una experiencia que —según dijo— le cambió la vida. “Gracias por abrirme las puertas de tu casa… por enseñarme que si uno va por lo que quiere, lo consigue”, expresó, conmovido.
Del otro lado, el Big Brother no se quedó callado. Le dedicó palabras cálidas y contundentes: lo describió como un líder inteligente, provocador, y le reconoció haber honrado los valores de la amistad. «Buena suerte, campeón», le dijo con afecto.
Antes de cruzar la puerta por última vez, Tato dejó un llamado directo al corazón del público: “Hagan, hagan y hagan. Ahí está la felicidad. Y cáguense en la opinión de los demás, mientras no le hagan mal a nadie. Sean ustedes”.
Y con ese mensaje, cerró la puerta. Pero también abrió otra: la de una nueva vida que lo espera fuera del juego.