Tras una larga espera y muchas polémicas en el medio, la provincia finalmente contará con la figura del Defensor del Pueblo, cargo para el que ha sido elegido el exministro de Educación, Dalmacio Mera. Su juramento, que será tomado por el vicegobernador, se realizará esta semana o la próxima.
La creación de esta defensoría existía hace 15 años, sin embargo nunca pudo implementarse eficazmente. Por lo que el Poder Ejecutivo, en el uso de sus facultades, redactó un Decreto Acuerdo con reformas a la ley original, como la duración del cargo, la remuneración y dejando fuera a la Cámara de Diputados a la hora de elegir quién asumiría la responsabilidad. Finalmente las dos primeras modificaciones fueron derogadas quedando la ley original.
En una entrevista con el Ancasti Streaming, Mera destacó que esta nueva institución remarcó que «esta ley se llevó adelante sin que al Estado le cueste un peso más» debido a que se hizo a la par de la disolución del Ente Regulador de Servicios Públicos de Catamarca (ENRE), “que era un ente que ya no tenía significado porque ya no tenemos empresas privatizadas o concesionadas».
Los recursos y el personal del ENRE, que contaba con tres funcionarios vitalicios, fueron redirigidos a la Defensoría, que tiene a una sola persona a cargo, que es el defensor. Mera remarcó que esto demuestra un «Estado eficiente que ofrece más protección de más derechos con los mismos recursos».
En cuanto a las funciones y alcances del organismo, el exministro sostuvo que tendrá un «abanico muy amplio de funciones”. Su rol principal será actuar ante acciones, omisiones o hechos que provengan del Estado provincial, el Estado municipal, cualquiera de sus entes, o las fuerzas policiales y que puedan «vulnerar o atentar contra algún derecho de los catamarqueños”.
Entre los casos que la Defensoría podrá abordar se encuentran los derechos de usuarios y consumidores, la situación de personas privadas de su libertad, cuestiones ambientales y los derechos de grupos vulnerables como niñas, niños y adolescentes. También abarcará la accesibilidad a la educación, la salud y la justicia.
Sobre su independencia en el cargo, Mera afirmó estar «dispuesto a asumir la defensa de cada una de las circunstancias que sean necesarias”. Si bien prefiere evitar el término «pelear», aseguró que su rol es el de «administrar justicia y realizar la acción judicial como última ratio ante quien lo tenga que hacer y contra quien lo tenga que hacer», incluyendo la administración actual, el poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y las empresas.
Críticas
Por último y como respuestas a las críticas por su nombramiento, Mera fue contundente al señalar que “no leen las cosas o mienten sin pudor. No se creó ningún cargo nuevo: ya estaba previsto por la Legislatura. Se puso en marcha con los mismos recursos y con el objetivo de ampliar la protección de derechos». “La Defensoría del Pueblo promete aportar más calidad institucional y generar un Estado más inteligente», concluyó.