El Ministerio Público Fiscal informó ayer sobre novedades en la investigación de las estafas atribuidas a una supuesta asociación ilícita comandada por Mario Rodrigo del Campo. Además de la ampliación de tres indagatorias y del testimonio de una martillera, el fiscal Hugo Costilla dispuso notificar a 33 personas sobre la existencia de la causa, a raíz de que advirtió, al examinar los expedientes judiciales ejecutivos a través de los cuales se habrían perpetrado los fraudes, “patrones de conducta reiterados que podrían vincular a otras personas con la estructura delictiva investigada”.
“Esta medida se adopta en cumplimiento de los artículos 77, 117 y 282 del Código Procesal Penal de Catamarca y tiene carácter preventivo. La notificación no implica una imputación formal, pero responde a la necesidad de que estas personas tomen conocimiento de que se encuentran mencionadas en los procesos ejecutivos, ya sea como letrados o como titulares de crédito, lo que hace necesario que puedan ejercer sus derechos y participar de los actos de la investigación penal preparatoria”, explicó el Ministerio Público Fiscal. La noticia fue divulgada por El Ancasti en su edición del miércoles pasado, destacando la singularidad de que entre los sujetos que deben notificarse de su eventual complicación en el proceso estaba el abogado Luis Armando Gandini, matrícula profesional 397, DNI 6.962.178, ampliamente conocido como “Pichón”.
La causa de la asociación ilícita de Mario del Campo se extiende, pero no llega aún a los jueces del fuero Comercial y de Ejecución. La causa de la asociación ilícita de Mario del Campo se extiende, pero no llega aún a los jueces del fuero Comercial y de Ejecución.
Lo curioso es que “Pichón” Gandini murió en mayo de 2020. Era un profesional del derecho célebre, querido y respetado en Catamarca y su deceso produjo gran consternación. Resultaba inverosímil que Costilla no supiera de su fallecimiento y lo incluyera en una nómina de “posibles miembros imputables de integrar una asociación ilícita”, cosa que a nadie debe hacerle ninguna gracia. Según el Ministerio Público Fiscal, no se trató de un error, sino que efectivamente Costilla había detectado “la participación de una persona fallecida” en los hechos investigados.
“Su inclusión en los actos procesales tiene como finalidad verificar formalmente su defunción, ya que esa constatación permitirá al fiscal requerir documentación complementaria, en particular firmas contemporáneas a la fecha de su fallecimiento y a la presentación de determinadas demandas. Dicha documentación resultará fundamental para una eventual pericia caligráfica, destinada a determinar la autenticidad de firmas incorporadas en los expedientes ejecutivos”.
Costilla no hizo esta salvedad en la extensa resolución que dictó el 1 de julio, en la que el extinto “Pichón” Gandini forma parte de posibles nuevos integrantes de la pandilla Del Campo junto a otras 32 personas que están vivas.
En cualquier caso, si Costilla duda de la información periodística nunca desmentida sobre la muerte de Gandini o supone que, como se decía de Alfredo Yabrán, el abogado fraguó su muerte, tiene a mano varias alternativas para ahorrarles a policías y judiciales el trabajo de andar rastrillando a un muerto para notificarlo “en forma personal y por escrito” de su situación.
Google, por ejemplo, sin necesidad de requerir informes a California como hizo en la causa por el asesinato del ministro de Desarrollo Social Juan Carlos Rojas. Datos de supervivencia de “Gandini Luis Armando”, Cuil 20-06962178-4. Estado: fallecido. ¿Serán tan estrictas las exigencias del Código Procesal Penal como para tener que verificar un fallecimiento vía notificación imposible de efectuar? La banda de Mario del Campo podría tener una extensión inusitada y Costilla, minucioso, indaga hasta en los cementerios. Sin embargo, no llega aún a salpicar a los jueces del fuero Comercial y de Ejecución, sin cuyas firmas las estafas no podrían haberse perpetrado. Es una “patrón de conducta reiterado” que continúa fuera del radar.