En 10 días, el mercado financiero local tendrá un cambio relevante en su actividad, luego de que BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos) anunciara que la operación bursátil local cambiará su horario. Desde el 28 de julio, habrá actividad desde las 10.30 hasta las 17 (hora local).
Según anunció la entidad, que gestiona la plataforma sobre la cual se concretan las operaciones de los activos financieros en Buenos Aires, la intención es ajustar los horarios de actividad local al funcionamiento de los mercados en Wall Street.
“Con esta actualización, nos alineamos con la apertura de Estados Unidos, lo que permite aprovechar mejor el dinamismo global y capturar oportunidades clave desde el inicio de la jornada», informaron desde BYMA, al confirmar este nuevo esquema de actividad local.
El cambio de horario aplicado por BYMA implica un nuevo esquema de actividad para inversores y operadores del mundo financiero, que busca generar mayor alineamiento con los movimientos en Wall Street.
Hasta ahora, el mercado local comenzaba su actividad formal a las 11 (hora de Buenos Aires) y cerraba a las 16.30 y 17 (para operaciones de contado inmediato y en 24 horas, respectivamente). Ahora, además de adelantar el horario de apertura, se unifican los cierres.
“Casi el 80% del volumen de las acciones argentinas se opera en Estados Unidos. La primera media hora es la de mayor volatilidad en el mercado y era una desventaja para el operador local mantener esa diferencia horaria. Debemos darles las mejores oportunidades posibles a los inversores y a las empresas que se financian en nuestro mercado, y tenemos que ser cada vez más eficientes y competitivos para los desafíos que vienen», dijo a LA NACION Claudio Zuchovicki, presidente de BYMA.
Según anunciaron desde la entidad, la ventana de actividad estará aplicado a operaciones de contado, opciones, préstamos, cauciones y futuros de valores negociables e índices.
“Este ajuste no solo facilita una mejor coordinación de estrategias para operadores, brokers e inversores, sino que también puede traducirse en un mayor volumen operado, al ampliar la ventana disponible para ejecutar transacciones clave desde el arranque de la rueda”, explica Isabel Botta, product Manager en la firma Balanz.
“A medida que el mercado local se normaliza, los movimientos externos comienzan a reflejarse con mayor claridad en los precios domésticos. Antes, con distorsiones internas más marcadas, ese efecto quedaba diluido: no es lo mismo que una variación del 1% impacte sobre un rendimiento del 20%, que sobre uno del 10%, como sucede actualmente en algunos tramos de la curva soberana. Con tasas más cercanas a niveles razonables, los shocks globales se sienten con mayor intensidad”, describió.