Como acontecimiento cultural, la estética del “Derecha Fest” condensó la ética que late en el proyecto de Javier Milei.
Paroxismo del culto al líder, estimulación de la mística del odio a los enemigos, escarmiento público a los disidentes a cargo de jaurías de fanáticos enardecidos: los dispositivos identitarios más típicos del fascismo, revitalizados rumbo a las elecciones.
Los indicios dispersos de esta característica volvieron a unificarse en el inquietante ritual montado en Córdoba. Nueve meses antes había ocurrido lo mismo en Parque Lezama, cuando Milei lanzó La Libertad Avanza como partido nacional y ungió a su hermana Karina como presidenta de la facción y armadora del brazo político-electoral de su dogma.
La estrategia de las Fuerzas del Cielo parece requerir que las invectivas que el Presidente dispara en sus intervenciones públicas y los preceptos que operadores como el “Gordo Dan” Parisini desparraman por las redes sociales se corporicen cada tanto en las turbas.
En la ceremonia de Parque Lezama, los infieles sometidos a la execración de la muchedumbre fueron los periodistas; en el salón “Pajas Blancas” del Quórum Hotel, la herejía encarnó en Victoria Villarruel.
Fue el desenlace de una operación de escrache iniciada en la apertura de la Fiesta del Poncho.
Como el año pasado, Villarruel visitó Catamarca durante un recrudecimiento de su pelea con Milei.
En 2024, la tensión se debió a que había intentado compartir protagonismo con Javier y Karina en el patriotero incidente disparado por los cánticos xenófobos y homofóbicos entonados por la Selección nacional contra el plantel de Francia tras ganar por segunda vez la Copa América. Los Milei se subieron al escandalete y le dieron escala diplomática. Villarruel, que ya estaba marginada, recordó el pasado colonial de Francia. Karina cerró el conflicto presentando disculpas a un embajador galo seguramente sorprendido por tanta estupidez.
Ahora, la vicepresidenta llegó acosada por haber presidido la sesión de la Cámara de Senadores que aprobó por más de dos tercios el paquete jubilatorio y las reformas fiscales propuestas por los 24 gobernadores. Ingresando al Predio Ferial, un periodista enviado por La Derecha Diario le exigió explicaciones por su “traición” a Milei y “15 millones de votantes”. Villarruel asimiló la provocación lo mejor que pudo, pero el trabajo estaba hecho. El video con el fugaz interrogatorio catamarqueño fue reproducido por las pantallas gigantes del “Derecha Fest” para precipitar los insultos de la masa y aclimatar el cierre del líder que hasta ese momento se había mantenido en estoico silencio.
“Bruta traidora”, sentenció desde el atril. Fascismo de manual: el líder satisfecho con el tributo a su megalomanía legitima las pulsiones rabiosas de la turba.
Hitos
De Parque Lezama al “Derecha Fest”, de Poncho a Poncho, conviene amojonar los momentos en que la escalada fascistoide sale de los estudios televisivos, los “streamings” y las cacerías virtuales al encuentro de multitudes concretas. Sobre todo, cuando Milei ya ha metido en su nutrida lista de blancos a los “ñoños republicanos”.
El Presidente ofreció su espectáculo en el “Derecha Fest” diez días después de que el Senado aprobara con una mayoría demoledora el aumento a las jubilaciones, la prórroga de la moratoria previsional y la emergencia de Discapacidad, además de dar media sanción a la coparticipación de los ATN y parte del Impuesto a los Combustibles.
La Casa Rosada dice que el costo fiscal de estas leyes escoraría el equilibrio financiero, pero la jornada parlamentaria trasmitió una señal política de primer orden: hay circunstancias en que la fragmentación opositora puede remitir y encontrar cauce en contra de Milei. Ya había pasado con el rechazo a los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
Las Fuerzas del Cielo gestionaron su veta fascista a través de los “trolls”, que convocaron a destruir el Congreso.
“Los tanques a la calle ya”, “Los strikers por la 9 de Julio ahora, Javeto”, “Javo, poné un F16 a sobrevolar el Congreso”, disparó “Gordo Dan”.
“Hay que dinamitar el Congreso con diputados y senadores adentro”, sugirió “Fran Fijap”.
“El Trumpista” añadió: “El Javo debería organizar milicias populares, entregando armamento a ciudadanos para facilitar el cierre del Congreso”.
El “Gordo Edición” publicó un video del bombardeo al Congreso confeccionado con Inteligencia Artificial.
Embrión fascista
Estos desvaríos no ameritaron ni una reconvención judicial, pero Milei dedicó su discurso en el “Derecha Fest” al “Gordo Dan”, coronel del asesor Santiago Caputo y figura central de los “celestiales” que Karina Milei y los Menem, “territoriales”, habían dejado afuera de las listas de candidatos para las elecciones bonaerenses dos días antes.
El “Derecha Fest”, organizado por los “celestiales”, fue también un gesto generoso del líder hacia quienes habían sido desairados por “La Hermanísima”.
El ademán fascista informático incursiona cíclicamente en el mundo real. A esta altura, es demasiado intenso y evidente como para considerarlo sólo un ingrediente más de la estrafalaria personalidad de Milei: hay un embrión ahí que busca afianzarse en la crisis de representación del sistema político argentino.
Para radicales “peluca” como los catamarqueños Francisco Monti o Tiago Puente es un dilema más profundo que la inquina del Presidente a Hipólito Yrigoyen y Raúl Alfonsín. No parecen plantearse si están contribuyendo a un parto indeseable.
En septiembre se cumplirán tres años del atentado a Cristina Kirchner, hoy presa por corrupción. Lo perpetraron “Los Copitos”, un grupo de perturbados que suponían estar prestando servicios a la Patria.
¿Cuántos epígonos de “Los Copitos” consumen el producto de las cloacas virtuales libertarias? ¿Habría alguno en el “Derecha Fest”?
Jugar con el odio no es inocuo.