Daniela Celis y Thiago Medina se dijeron de todo por la crianza de sus hijas

Un inesperado y tenso cruce se desató en las últimas horas entre Daniela Celis y Thiago Medina, la recordada expareja de Gran Hermano y padres de las gemelas Laia y Aimé. Lo que parecía ser una relación cordial tras su separación, anunciada hace apenas tres meses, se transformó en una visible disputa pública en torno a la crianza de sus hijas.

Pese a que en un inicio todo indicaba que mantenían un buen vínculo, con Thiago incluso presente en el cumpleaños de Daniela, la armonía se rompió. La exparticipante del reality compartió una publicación en redes sociales que muchos interpretaron como una clara indirecta hacia su expareja.

El mensaje de Daniela, acompañado de un video con sus gemelas, rezaba: «Abrazo a todas esas mamás solteras con hijos múltiples. Mis respetos, todo mi amor, mi admiración. Y cuando pienses que estás sola, cansada, respirá que te juro que la vida pone todo en su lugar». Esta frase fue rápidamente asociada a una supuesta ausencia de Thiago en la crianza de las pequeñas.

La respuesta de Thiago Medina no se hizo esperar y fue contundente, aunque sin mencionar directamente a Daniela. «Yo sé la clase de persona que soy y sé también que estuve desde el primer momento junto a mis hijas. La verdad que me daría vergüenza andar difamando cosas que ni siquiera tienen sentido, pero bueno, hay que facturar, ¿no?», lanzó, evidenciando su malestar.

El joven de 22 años continuó su descargo, solicitando respeto por sus decisiones y pidiendo que no se «andan hablando mierda de los demás para ganar un poco de vistas». Afirmó que daría su vida por sus hijas y que no necesitaba dar «tantas explicaciones», ya que no quiere involucrar a las niñas en «un problema de adultos».

Thiago destacó su propia madurez, a pesar de su corta edad, y dejó un dardo al afirmar que «las cosas no son como las cuentan. Si quieren contar, que cuenten bien». Sus palabras reflejan un profundo hartazgo ante la situación y las interpretaciones públicas.

Finalmente, cerró su mensaje con una contundente advertencia: «Desde ya les aviso que no todo lo que brilla es oro y la gente piensa que todo es color de rosa, pero no. Uno se cansa de que lo basureen tanto, hay límites y ya me cansé». Sus dichos confirman el quiebre y el cansancio ante la exposición mediática.

Este inesperado enfrentamiento público ha sorprendido a sus seguidores, quienes observaban una relación de padres ejemplar, demostrando que detrás de las apariencias, pueden existir tensiones y desafíos en la dinámica familiar.