La situación de la red vial nacional atraviesa un momento crítico. Así lo afirmó el ingeniero Marcelo Patria, exgerente regional de Vialidad Nacional en Catamarca, quien ofreció un duro diagnóstico sobre el estado actual de las rutas y el impacto que tendrá la paralización de obras a lo largo del país.
“La red nacional tiene más de 40.000 kilómetros, y si tomamos los parámetros técnicos que usamos para evaluarla, hoy apenas un 18% está en buen estado”, alertó en comunicación con Catamarca a Diario de Radio INFORAMA. Según explicó, esto significa que más del 80% de los caminos evaluados se encuentran en condiciones regulares a malas, una situación que calificó de “gravísima”.
El Ingeniero, con décadas de experiencia en el organismo, aseguró que la falta de mantenimiento oportuno convierte lo que serían simples tareas de conservación en obras de reconstrucción, hasta tres veces más costosas. En ese sentido, advirtió: “Cada kilómetro que no se atiende a tiempo implica una pérdida económica enorme. La repavimentación que no se hace hoy, mañana costará el triple”.
El caso Catamarca
En el caso particular de Catamarca, Marcelo Patria detalló que la provincia cuenta con 1.200 kilómetros de red vial nacional, y recordó que “hubo un tiempo en el que teníamos el orgullo de decir que no había un solo metro sin intervenir”. Sin embargo, eso ha quedado atrás: la última intervención importante en la Cuesta del Totoral fue en 2010, es decir, hace más de una década.
Las dos obras más importantes para la provincia —las repavimentaciones de la Ruta 157 (desde el límite con Córdoba hasta Frías) y la Ruta 38 (desde la salida de la circunvalación hasta el límite con Tucumán)— están prácticamente paralizadas, advirtió. “Lo que se hace son tareas mínimas de mantenimiento, que claramente resultan insuficientes frente al nivel de deterioro actual”, afirmó.
La disolución de Vialidad y el recorte presupuestario
Marcelo Patria también se refirió al desmantelamiento institucional de Vialidad Nacional, una medida que, según dijo, deja al organismo “sin rumbo, sin fondos y sin saber a quién depende”. Denunció que en 2024, el presupuesto nacional se redujo drásticamente: “Pasamos de tener un promedio de 2.000 millones de dólares anuales a solo 459 millones, y de esos, apenas 290 millones fueron transferidos a los distritos”.
“La gente piensa que somos ineficientes, pero no hay insumos, no hay materiales, no hay recursos. Si no se puede cortar el pasto, tapar baches, pintar señales o colocar carteles, ¿cómo vamos a garantizar rutas seguras?”, se preguntó.
Además, cuestionó con dureza la narrativa oficial que justificó el cierre de instituciones públicas por supuesta corrupción. “No se puede estigmatizar a 5.300 trabajadores de Vialidad por algunos hechos aislados. Si hubo corrupción, que se castigue como corresponde, pero no se puede destruir una institución entera por prejuicio ideológico”, sostuvo.
Riesgo para la seguridad vial
También fue enfático respecto al riesgo que implica esta situación para quienes transitan por las rutas nacionales. “Más del 70% de la red nacional son rutas de doble mano, no autopistas. Con pavimentos vencidos, sin señalización y con el aumento del tránsito, incluso con vehículos pesados como bitrenes, el peligro es inminente”, explicó.
Finalmente, el exfuncionario pidió mirar más allá de la pampa húmeda a la hora de planificar políticas viales. “Siempre se empieza por las rutas del campo, por donde sale la soja. Pero hay otras que son clave para el turismo, la conectividad y el desarrollo regional, como las nuestras”, concluyó.