El futbolista catamarqueño Aníbal Moreno vivió una de sus noches más «calientes» desde que llegó al Palmeiras. El volante surgido en Newell’s y con paso por Racing fue expulsado en la derrota de su equipo por 2-0 ante Corinthians, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de Brasil, tras un violento cabezazo a un rival.
La acción ocurrió apenas a los 15 minutos de juego, cuando ambos equipos aguardaban un tiro de esquina. Moreno, intentando liberarse de la marca del venezolano José “Brujo” Martínez, le aplicó un fuerte cabezazo en el pómulo. El árbitro Anderson Daronco no advirtió la jugada en primera instancia, pero el VAR intervino y determinó la expulsión directa.
La roja dejó al «Verdao» con diez jugadores en un momento clave. El «Timao» aprovechó la ventaja y se impuso con goles de Matheus Bidu y Gustavo Henrique, cerrando un global de 3-0 que significó la eliminación del equipo del «Colo» de la competencia.
Repercusiones y posibles sanciones
La agresión no pasó inadvertida. En redes sociales, hinchas del Palmeiras expresaron su malestar: algunos pidieron sanciones internas y otros incluso reclamaron que el catamarqueño no vuelva a jugar en lo que resta del año. El Superior Tribunal de Justicia Deportiva de Brasil (STJD) podría aplicar una suspensión prolongada, dependiendo del informe arbitral.
Para Moreno, el episodio llega en un momento particular. Hace apenas unos días, el diario brasileño O’Globo destacó que el DT Abel Ferreira lo veía como uno de los futuros líderes del equipo, más aún después de lo que había sido la gran actuación del mediocampista en el Mundial de Clubes. Sin embargo, este acto de indisciplina podría alterar ese plan y afectarlo en la consideración del cuerpo técnico.
De Catamarca a la elite del fútbol
Aníbal Moreno nació en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca el 13 de mayo de 1999. Tras formarse en Newell’s, brilló en Racing, donde conquistó el Trofeo de Campeones 2022, y en 2023 dio el salto al Palmeiras, uno de los gigantes del fútbol brasileño.
Su buen rendimiento lo había puesto nuevamente en la órbita de Boca y River, aunque el alto costo de su ficha (12 millones de dólares) frenó cualquier negociación. En Brasil, se ganó un lugar importante en la estructura del equipo, pero ahora deberá afrontar las consecuencias deportivas y disciplinarias de una de las expulsiones más comentadas del año por haber sido en el clásico Paulista en un duelo de eliminación directa.