jueves, 7 de agosto de 2025 19:50
Este 7 de agosto, miles de fieles en distintos puntos del país salieron a las calles para celebrar el día de San Cayetano, uno de los santos más venerados de la tradición católica argentina y considerado el patrono del pan y del trabajo.
En la procesión principal, una multitud acompañó la imagen del santo por las calles, con cánticos, oraciones y muestras de fe. Muchas familias esperaron el paso del santo desde la vereda de sus casas, donde montaron pequeños altares y santuarios sobre mesas decoradas con flores, velas e imágenes religiosas. La jornada culminó con una misa a cargo de un sacerdote, que instó a los presentes a mantener la esperanza y la solidaridad, especialmente en tiempos de dificultad.
La devoción por San Cayetano se remonta a Cayetano de Thiene, nacido en Vicenza, Italia, en 1480. Doctor en Derecho Civil y Canónico, dejó su carrera en la corte papal para consagrarse a la vida sacerdotal. Fundador de la Orden de los Teatinos y de los Montes de Piedad, dedicó su vida a ayudar a los pobres, enfermos y marginados. Falleció el 7 de agosto de 1547 y fue canonizado en 1671.
En Argentina, su figura cobró especial fuerza en contextos de crisis, transformándose en un símbolo de esperanza para quienes buscan empleo o padecen carencias. El templo más emblemático del santo se encuentra en Liniers, Buenos Aires, construido en 1900 y convertido en parroquia en 1913. Con los años, se transformó en uno de los centros de fe más convocantes del país.
Este año, la conmemoración volvió a ser un encuentro de fe y comunidad: miles de personas caminaron juntas, rezaron y agradecieron, reafirmando la tradición que, cada 7 de agosto, renueva el pedido por pan, trabajo y unidad para todos.