domingo, 10 de agosto de 2025 01:14
Se termina el tiempo de las especulaciones y, selladas las alianzas sin mayores sorpresas, las distintas fuerzas políticas deben definir los nombres que encabezarán las propuestas para las próximas elecciones, un trámite que se torna más interesante porque -al no haber primarias- las listas que se armen serán las que competirán en octubre. Queda una semana para oficializar las candidaturas, y hasta aquí sólo se conocen los elegidos de la UCR, alicaída fuerza que impuso una lista escandalosamente, luego de fracasar en la búsqueda de unidad, y de fracasar también en la idea de competir internamente, si es que realmente alguna vez existió esa intención. Los radicales metieron su lista sin que opinara un solo afiliado, en un trámite lógicamente judicializado, que encontró su aval final cuando la Justicia le dio el okey al armado selectivo de la Junta Electoral. Para ese momento, numerosos sectores internos ya se habían bajado del contaminado proceso, y quienes tenían al menos ganas de competir, quedaron fuera denunciando irregularidades, desplazamientos arbitrarios y proscripciones. La búsqueda de aliados para constituir una gran alianza opositora tampoco prosperó, y el radicalismo deberá hacer una campaña buscando un milagro, ya que para las elecciones que vienen no puede imaginarse un peor punto de partida. La frutilla del postre, sus principales representantes, como el diputado nacional Francisco Monti, saltaron del barco en busca de refugio libertario, y mientras ocupa una banca ganada con la UCR, aquí se pide su expulsión por traidor.
Monti jugadísimo
A propósito de Monti, quedó jugadísimo en su postura libertaria. Sus votos en la Cámara de Diputados en contra del financiamiento a las universidades, en contra del Garraham, en contra de fondos para Catamarca, en contra de investigar a Milei por el escándalo $Libra, en contra de los jubilados, etc., tuvieron amplio eco y repudio en redes sociales. El legislador intentó defenderse desempolvando alusiones al kirchnerismo, argumento al menos insuficiente ante el rechazo que despertó su accionar, no sólo en la comunidad en general sino en el propio radicalismo, que supo presidir alguna vez. Monti verá fenecer su mandato en un par de meses, y la gran apuesta es conseguir una banca, ahora como integrante de las tropas de Milei. Esa candidatura sólo puede resolverse en Buenos Aires, y habría que ver con qué semblante la reciben los libertarios locales, que vienen bregando por el proyecto mucho antes que el recién llegado Monti, y ya hacen muecas de desagrado ante la posibilidad de que les quite uno de los mejores lugares. Es que LLA, que afirmó más de una vez que no quiere alianzas, también está conteniendo a viudos del macrismo, lo que implica el riesgo de convertir a los libertarios, una fuerza teóricamente nueva y anticasta, en un rejunte de todos los perdedores históricos de las elecciones anteriores.
Antecedentes
Entre todas las inconductas que le señalan a Monti, sin lugar a dudas la gota que rebalsó el vaso fue que se pusiera en contra de las universidades, ya que el radicalismo tiene una larguísima y muy noble historia en defensa de las casas de altos estudios y la educación pública, que se remonta hasta la reforma de hace más de un siglo. Podrán observarse después algunas deformaciones de este arraigo, como que algunas universidades -incluyendo a la UNCA- terminan transformadas en bunkers partidarios y bolsa de trabajo para todo radical desocupado, pero ello no quita la clara e innegociable postura boinablanca con respecto a las universidades. Si se llegará o no a la expulsión, habrá que verlo. La última vez que hubo expulsiones de peso en la UCR fueron porque seis diputados votaron la necesidad de la reforma constitucional de 1988 en la provincia. Aquella vez, la convención, con mayoría castillista, echó del partido incluso al presidente del Comité Provincial, Gabino Herrera. Corrieron la misma suerte Juan Carlos “Bayo” Barros, Carlos Colla, Miguel Curi, Pedro Murad y Julio Espeche. Otras expulsiones se dieron en 2018, cuando la Convención echó al entonces intendente de Los Altos, Rafael Olveira, y a los concejales Sergio Salas y Elsa Colombres, por su cercanía al gobierno peronista, e hizo lo propio con Silvana Ginocchio. El de Monti, consideran, es un caso más grave que todos los anteriores.
Cristina vs. Milei
La expresidenta Cristina Kirchner tuiteó su reacción al discurso del viernes por la noche del Presidente. “Che Milei… Acabo de escuchar tu cadena nacional de anoche, y disculpame… pero MÁS QUE CON LOS PIES PARA ADELANTE, A VOS TE VAN A SACAR CON UN CHALECO DE FUERZA DE LA ROSADA”, comenzó CFK. Lo dijo en respuesta a la frase de Milei, quien había dicho: “Si quieren volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante”. “Tenés que estar loco o ser un GRAN MENTIROSO para decirle a los argentinos, por cadena nacional, que los salarios le ganaron a la inflación y que ahora comen más que antes. Daaaaale… ¿En serio…?”, continuó. El texto, publicado en la red social X, incluye dos posdatas. En la primera, CFK pide a Milei que deje de mentir “con la cantinela” de que no hay emisión monetaria. “Si venís emitiendo a diestra y siniestra para pagar los intereses de la timba financiera, de las operaciones con dólar futuro y las tasas de interés bancarias para que los pesos no se vayan al dólar. Con qué pagaron, pagan y van a pagar las tasas de interés que tenés por las nubes??? ¿Con chupetines? No… Con emisión de dinero. ¿Y quién se lleva esa emisión? Los mismos de siempre, Milei… Los que tienen su mejor representante en tu Ministro de Economía”, cuestionó. La segunda posdata dice lo siguiente: “Y además… y muy humildemente, Milei… mis cadenas nacionales nunca fueron para quitar derechos ni arruinarle la vida a nadie… Siempre fueron para mejorar la vida de mis compatriotas”.
Recuerdos
Hace diez años, Catamarca iba a las urnas para participar de la primera edición local de las PASO. Fue la primera vez que se realizaron elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para cargos de categorías provinciales y municipales, con 294.193 votantes habilitados. El triunfo fue por muy amplio margen para el Frente Para la Victoria que proponía la reelección de Lucía Corpacci como gobernadora, quien ratificaría la cómoda victoria en las generales con más del 50 por ciento de los votos. Sería esa la última participación de Eduardo Brizuela del Moral en una contienda electoral, tras haberse postulado en cuatro ocasiones para la gobernación, con dos victorias en 2003 y 2007, y dos derrotas en 2011 y 2015. La última marcó la desaparición del Frente Cívico y Social y el comienzo del derrumbe del radicalismo, que nunca volvió a recuperarse.
El Esquiú.com