La Izquierda Diario (LID): Participaste de la marcha por Palestina recientemente en tu ciudad, Bariloche. ¿Cómo estuvo y cómo viste las marchas?
Alhue Gavuzzo (AG): Diría que es la primera vez que en el país de Milei, cómplice del genocidio que perpetúa Netanyahu y el estado de Israel, se logró marchar en decenas de ciudades desde Jujuy hasta Río Grande en Tierra del Fuego. No solo fueron organizaciones sino jóvenes, jubilados, docentes, que se acercaron con carteles, y se desplegó con creatividad un grito de alto las bombas y basta de hambre. Y también quienes participamos percibimos ese compromiso consciente de todas y todos por lo que nos conmueve y moviliza. Si mirás las marchas en Viedma, Fiske Menuco, Bariloche; todas son muestras de una situación que es muy similar y se comparte nacionalmente.
LID: ¿Y que ves nacionalmente?
AG: En estos tiempos mileístas pasó mucha colaboración por abajo del puente, por dónde empezar…
LID: por donde quieras
AG: mirá, ayer me llamó mucho la atención una cosa: los ausentes de la marcha. Porque existe un sentido común de lucha de que hay un frente contra las derechas mundiales y que Milei expresa; lo que en parte es cierto porque si mirás el contenido de las columnas marchaban jubiladxs, ambientalistas, estudiantes, referentes mapuche y de las comunidades, profesores e investigadores universitarios y gente de la cultura y estatales. O sea, todos los sectores que en la provincia vienen luchando contra el ajuste de Milei y de Weretilneck. Pero bueno, las organizaciones del peronismo no estuvieron. ¿Será que la Patria es Grande pero hasta Gaza no llega, o que quienes se plantean construir una Argentina Humana son indiferentes a un genocidio a cielo abierto transmitido en vivo?. Entonces resulta necesario hacer este debate claro: la lucha contra el plan de Milei y contra las derechas tiene que partir de la base de un posicionamiento independiente de todas las variantes pro-empresariales, pro-extractivistas y pro-clericales que temen denunciar un genocidio por compromisos oportunistas.
LID: yendo al mapa electoral…
AG: mirá, todavía es pronto para saber cómo va a llegar Milei a Octubre. Y también como llegará Weretilneck. La semana pasada hicimos un paro, con asamblea y acciones los del CONICET en Bariloche, estuvo la lucha de Salud en Viedma, ahora el inicio de las universidades con una semana de paro y con asambleas interclaustros. O sea, me querés llevar a lo electoral, pero hay que ampliar el punto de fuga para ver bien el panorama.
LID: ¿pensás que puede pasar algo previamente que cambie la situación?
AG: eso no se puede prever. Lo que digo es que a Milei lo sostiene un acuerdo del FMI y un sector importante de las clases dominantes extranjeras y nacionales que operan en el país. Y fueron amasando fortunas, con inversiones obscenas por las facilidades del RIGI. Pero también dejan un montón de contradicciones que se expresan en la vida diaria de centenares de miles de “rionegrinos”, para decirlo como le gusta al gobernador. El jubilado que murió trabajando en el oleoducto, pensálo… un domingo a la tarde en el día del amigo, con 71 años seguía laburando. El futuro del extractivismo está y vive con nosotros desde hace rato, y solo trae esto: precarización laboral y contaminación. Quienes vienen mostrando esto hace mucho son los pueblos originarios que resisten el avance de las mineras y las petroleras.
LID: El otro día sacamos una nota que explica muy bien los números en dólares que se lleva la provincia por impulsar el oleoducto VMOS. Tenés razón cuando decís que el futuro del extractivismo es hoy, pero también si mirás para adelante resulta peor aún el horizonte desde esta perspectiva.
AG: sí…y que hay que revertirlo. Es el debate a dar: cómo amplificar y unir las luchas, lograr la mayor participación y que los compromisos de las organizaciones se cumplan, básico. Pienso que es nuestro primer deber: tratar de conmover al compañero o compañera de trabajo o estudio; que las bombas y el hambre en Gaza nos interpele día a día. Y transformarlo en acción, organización. Y ahí meter las denuncias.
LID: y cuáles serían todas esas denuncias?
AG: con los números. El Oleoducto VMOS, que es una obra aprobada por Alberto Fernández y Cristina; en un mal año de exportación se puede llevar 14 mil millones de dólares. Por 30 años de dejarlos destruir el ambiente y saquear los bienes comunes naturales, Weretilneck solo recibirá 800 millones de dólares. Una estafa brutal, por eso hablamos de saqueo. Y en Calcatreu los números serán similares. Dos regiones fundamentales de la Patagonia: el golfo San Matías y la Meseta Somuncura, afloran como enormes mercancías para que el peor capital imperialista, con la complicidad de Milei, los gobernadores y una falsa oposición de cartón pintado, puedan seguir destruyendo.
LID: diría que con esto ya planteaste las líneas fundamentales de la discusión electoral por parte del Frente de Izquierda.
AG: las iremos puliendo. Pero bueno, la idea está. Yo trabajo en el CONICET, en la sede de la UNRN en Bariloche, que es una ciudad con una enorme comunidad científica que hoy está en lucha. Y es un orgullo poder sentirse parte de una comunidad científica que aporta a pensar y desarrollar otra propuesta global contra la lógica capitalista y que intente dar respuestas a las urgentes necesidades de los pobladores y del conjunto de la clase trabajadora y el pueblo pobre nor-patagónico. Vamos a hacer lo posible por desarrollar una campaña que haga eje en fortalecer las resistencias con un programa anticapitalista y socialista.
LID: bueno con esto ya cerraste la entrevista…
AG: (risas) ponele… Terminaría recalcando que las luchas en las calles persisten y cada tanto obtienen en el Congreso algún triunfo, pero siempre parcial. Hay que fortalecerse por abajo, con más unidad y asambleas; y por arriba creo que también se puede ayudar, como lo vienen demostrando las bancas del Frente de Izquierda en todo el país. Estamos convencidos de que las elecciones pueden ayudar a meter la idea profunda de que es necesario forjar una herramienta política de la clase trabajadora que sea superior a las actuales fuerzas que tenemos desde la izquierda, con la profundidad programática del socialismo y el anticapitalismo.