Beatriz, dueña de la panificadora Dulce Panacea, advierte que la crisis económica la tiene al borde del cierre. El local, especializado en productos sin TACC, atraviesa un momento crítico que amenaza con dejar a la comunidad celíaca sin un espacio clave de elaboración y venta.
La panificadora, ubicada en Catamarca, podría bajar sus persianas en los próximos días. Su dueña explicó que el cierre significaría dejar a miles de personas celíacas sin acceso a los productos que elaboran desde hace más de una década.
“Venimos golpeados desde la pandemia. Los costos son muy altos, sufrimos robos y en los últimos meses la deuda se hizo insostenible”, relató. Pese a los intentos por obtener apoyo estatal y privado, la ayuda nunca llegó.
Beatriz recordó que Dulce Panacea fue inaugurada en 2018 con un local propio en calle Tucumán, pero que la pandemia obligó a cerrar las puertas. Desde entonces, vende sus productos en una dietética con recursos muy limitados, lo que le impide sostener la producción.
“Si cerramos, los celíacos se quedan sin pan, sin galletas, sin lo básico. Sería un caos”, advirtió con angustia.
La emprendedora destacó el valor social de su tarea: “Lo más hermoso es hacerle un sándwich a un niño celíaco y que pueda disfrutar como cualquier otro. No quiero mirar atrás, quiero enfocarme en un futuro mejor, pero necesito ayuda para que Dulce Panacea no desaparezca”.
Hoy, su pedido es concreto: difusión y solidaridad. “La gente es muy solidaria, se puede organizar una campaña para que no tengamos que cerrar. Pido a quien pueda que nos dé una mano”, expresó.
Dulce Panacea está a cargo de Beatriz Leguizamón, y actualmente sus productos se pueden adquirir en Prado 290, casi esquina Junín, o a través de Whatsapp al 383-4665872. Allí se encargan tortas, panes, pan de hamburguesa y otros productos sin TACC.