El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, brindó este martes una conferencia de prensa en la que explicó el descargo formal que la institución presentó ante la Conmebol, luego de los graves incidentes ocurridos en el estadio Libertadores de América – Ricardo E. Bochini, que derivaron en la cancelación del partido frente a Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El titular de la entidad comenzó su exposición condenando enérgicamente los hechos de violencia y enseguida subrayó: «Independiente no fue responsable de los hechos, sino víctima de ataques violentos, premeditados e intencionados por parte de un grupo de delincuentes que vino a nuestra casa con un único objetivo: generar incidentes». Además, Grindetti afirmó que su administración que el club de Avellaneda «cumplió de manera rigurosa con todas las obligaciones y medidas impuestas por Conmebol».
Al repasar los números del operativo, recordó la presencia de 650 efectivos policiales, 150 agentes de seguridad privada, 14 funcionarios de Aprevide, 330 controles de acceso, 12 bomberos, 6 ambulancias de alta complejidad y más de 30 profesionales de la salud. «Independiente de ninguna manera fue responsable de la suspensión ni de la cancelación del encuentro», añadió el exintendente de Lanús.
Y, en ese sentido, remarcó: «La suspensión del partido se debió exclusivamente a la violencia de la parcialidad visitante, y así lo acreditan los informes del árbitro, del delegado de Conmebol y de la Fuerza de Seguridad».
En relación al accionar de los barras de Independiente en los hechos posteriores a las pedradas de parte de los chilenos, Grindetti señaló: «Los condenamos enérgicamente y vamos a exigir que esas personas nunca más pisen una cancha. Pero no podemos decir lo mismo de la U de Chile ni de sus dirigentes, que eligieron encubrir a sus violentos en lugar de repudiarlos».
Respecto al descargo, marcó cuatro ejes con los que su club argumenta su defensa:
– La violencia se originó exclusivamente en la parcialidad visitante.
– Independiente cumplió con todas las normas de seguridad exigidas.
– Los hechos de vandalismo fueron premeditados y planificados.
– La cancelación del partido fue consecuencia directa de la barra de la U de Chile.
«Confiamos en que la Conmebol valore la verdad y actúe con justicia, equilibrio y proporcionalidad»,