lunes, 22 de septiembre de 2025 19:00
Benjamín Vicuña atraviesa uno de los momentos más delicados de su vida personal. La distancia con sus hijos menores, Magnolia y Amancio, se convirtió en un duro golpe para el actor, que intenta asimilar el presente marcado por la decisión de la madre de los niños, quien reorganizó su vida en el exterior.
La reciente llegada de la China Suárez a la Argentina expuso aún más la compleja situación familiar. Los pequeños compartieron tiempo con su padre y fueron al cine junto a él para ver su nueva película, Papá x Dos. Sin embargo, lo que parecía una instancia de unión terminó dejando al descubierto las tensiones entre ambos padres.
Según trascendió, el chileno desconocía que los menores ya estaban escolarizados en Turquía, una noticia que lo sorprendió y lo llevó a reconocer públicamente el desconcierto que atraviesa. En una entrevista reciente, confesó: “Que mis hijos hoy estén a 13.000 kilómetros es una nueva realidad que tengo que asumir y entender. Lo estoy procesando”.
Benjamín Vicuña destacó que, aunque su prioridad siempre será la felicidad de sus hijos, no puede dejar de lado el hecho de sentirse excluido de decisiones importantes. “Hay un padre, hay hermanos, hay una nueva realidad. Eso hay que acomodarlo”, expresó con evidente dolor.
El actor también reveló que su vínculo con la China Suárez sufrió un quiebre rotundo en los últimos meses. Lo que en un principio parecía una relación madura y de cooperación, se vio sacudido por un fuerte enfrentamiento público, especialmente a raíz de un posteo en redes sociales donde fue duramente criticado.
Aquella publicación lo señaló como “mal padre”, una acusación que asegura lo lastimó profundamente. “Me siento tremendamente identificado con la paternidad. No solo por mis seis hijos, por Blanca, por mi historia, sino porque realmente es mi día a día. Me dolió, fue extraño”, confesó, evitando entrar en mayores polémicas.
Aunque dejó claro que no pretende deslegitimar el rol de su expareja como madre, sí admitió que en un momento decidió revocar un permiso que le había otorgado para viajar libremente con los menores. “Jamás puse en duda su maternidad. Solo pedí parar la pelota y conversar, porque había cosas que no tenía claras”, explicó.
Hoy, en medio de este presente turbulento, Benjamín Vicuña intenta apoyarse en el tiempo y en la esperanza de que las heridas sanen. “Espero que el tiempo ordene un poquito las cosas”, señaló, dejando entrever que su principal deseo es volver a encontrar un equilibrio que le permita ejercer su rol de padre sin obstáculos ni distancias insalvables.
