jueves, 23 de octubre de 2025 01:58
Con una frase que sorprendió a todos en el recinto, “todo se paga en vida”, Carlos Suárez, un joven acusado de múltiples delitos contra la propiedad se declaró culpable ante la jueza Daniela Barrionuevo y pidió disculpas antes de escuchar la sentencia que lo envió a prisión.
Durante la mañana de ayer, inició y finalizó en el recinto de la Cámara Penal N° 1 el juicio oral en contra de Carlos Suárez, un joven imputado por varios hechos ocurridos en 2019 que llegó en libertad, pero que al ser declarado culpable irá a la cárcel una vez que la sentencia quede firme.
El debate, bajo la modalidad de unipersonal, fue dirigido por la jueza Daniela Barrionuevo. Sentando en el banquillo junto al defensor oficial Dr. Guillamondegui y tras escuchar la lectura de las acusaciones, el imputado decidió declarar y admitió su participación en los robos y hurtos imputados. “Todo se paga en vida”, expresó en tono resignado frente a la magistrada en una audiencia breve.
Ante el reconocimiento liso y llano, el fiscal de la cámara, Alejandro Dalla Lasta, desistió de los testigos y la magistrada abrió la ronda de los alegatos.
A continuación, sostuvo las imputaciones de robo simple, robo agravado por escalamiento, en grado de tentativa y hurto en grado de tentativa – dos hechos- en calidad de autor, en contra de Suárez y solicitó la pena de tres años y seis meses de prisión y la inmediata detención. Cabe acotar que Suárez llegó en libertad al juicio. Luego, alegó la defensa.
Tras un breve receso, la jueza Barrionuevo regresó a la sala y dio a conocer el veredicto. Coincidente a lo peticionado por el fiscal Alejandro Dalla Lasta en su alegato, la magistrada declaró culpable a Carlos Suárez y lo condenó a la pena de tres años y seis meses de prisión. Aun cuando no hizo lugar al pedido de la inmediata detención, resolvió que el condenado comience a cumplir la pena una vez que la condena quede firme.
La frase del imputado, “todo se paga en vida”, quedó resonando en la sala como un reflejo de su destino.