Un estudio del Conicet registró un aumento de la mortalidad asociada a olas de calor en 15 de 21 ciudades del país entre 2005 y 2019. La investigación, publicada en The Journal of Climate Change and Health, señala que durante los episodios de calor extremo se incrementaron las muertes por causas cardiovasculares, respiratorias y renales, en un contexto donde el cambio climático intensifica la frecuencia e intensidad de estos eventos.
En el caso de Catamarca, el estudio indica que la capital registra los umbrales diarios más altos del país para definir una ola de calor según el Servicio Meteorológico Nacional: 24,5 °C de mínima nocturna y 37,6 °C de máxima diaria, sostenidos al menos tres días consecutivos. Entre 2005 y 2019 se contabilizaron 24 episodios, una de las frecuencias más altas del país junto con Buenos Aires. A nivel de toda la región NOA, mostró un incremento significativo en la mortalidad cardiovascular, una de las principales causas de muerte en Argentina. Si bien en Catamarca no se registró un aumento estadísticamente significativo en la mortalidad renal, el estudio advierte que las temperaturas extremas representan un riesgo creciente para la salud pública.
El análisis también destaca resultados específicos en otras provincias. En Tucumán, el riesgo de morir por causas cardiovasculares se incrementó un 46 % durante las olas de calor en comparación con los días sin estos episodios. En La Rioja, las muertes por causas respiratorias aumentaron un 54 % durante las olas de calor, y este incremento se mantuvo hasta dos días después.
Según Chequeado, Francisco Chesini, investigador en salud ambiental y laboral de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), expresó: “Nuestro objetivo es que estos resultados contribuyan a políticas que aborden el impacto de las olas de calor, que se están volviendo más frecuentes, duraderas e intensas”.
Los autores remarcan que el avance del calentamiento global hace necesaria la implementación de políticas de prevención, mejoras en los sistemas de alerta temprana y estrategias sanitarias que permitan reducir riesgos y proteger a la población más vulnerable frente a temperaturas cada vez más extremas.
