domingo, 16 de noviembre de 2025 18:40
La fiebre aftosa volvió a colocarse como tema central en el 4º Congreso Federal Ganadero del Rosgan, donde especialistas de Argentina, Uruguay y Brasil debatieron sobre los distintos caminos que cada país atraviesa frente al futuro de la vacunación y la necesidad de preservar la estabilidad sanitaria regional.
Bajo el lema “Fiebre aftosa: libre es libre”, participaron del panel Dardo Chiesa (Mesa Nacional de Carnes, Argentina), Rafael Ferber (Asociación Rural del Uruguay) y Gedeao Pereira (Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería de Brasil). El eje del debate fue una pregunta clave: ¿está preparada la región para dejar de vacunar sin comprometer los mercados ganaderos más exigentes del mundo?
Chiesa advirtió que Argentina cuenta con un sistema sanitario sólido, aunque con “señales de alerta”, y remarcó que abandonar la vacunación sin fortalecer la vigilancia podría poner en riesgo la confiabilidad internacional. “El costo de una dosis es mínimo comparado con el de perder mercados”, afirmó.
Desde Uruguay, Ferber defendió la continuidad del modelo actual: “La vacunación nos dio estabilidad y credibilidad. No vemos razones para modificar un sistema que funciona y es valorado por los mercados”. Recordó además que, en un contexto de fronteras permeables, bajar la guardia no es una opción.
En tanto, Pereira destacó que Brasil avanza hacia zonas libres sin vacunación, aunque con un plan gradual basado en evidencia técnica. “No podemos sostener costos donde el riesgo es mínimo. La clave es invertir en bioseguridad y vigilancia permanente”, sostuvo. También subrayó que cualquier decisión debe ser coordinada con los países del Mercosur, ya que un error individual impacta en toda la región.
Pese a las diferencias, los tres referentes coincidieron en que la sanidad es un bien público y que la competitividad internacional depende de la consistencia técnica, financiamiento estatal y articulación público-privada. El mensaje final dejó claro que la confianza se construye con responsabilidad y planificación, y que el desafío sanitario del Mercosur exige cooperación continua.
