martes, 8 de abril de 2025 12:49
Una imagen que muestra el abandono de las instalaciones y de la maquinaria que alguna vez funcionó en la fábrica Textilcom y posteriormente Mom Sports llegó durante la mañana de este lunes a la redacción de El Esquiú.com. Pero lo más impactante no son las fotos: es el mensaje que las acompañaba, escrito desde la bronca y el cansancio de quienes hoy siguen peleando por subsistir. “Nos usaron, nos manosearon como quisieron”, dice el texto que enviaron los extrabajadores, tanto de Textilcom como de Mom Sports, quienes atraviesan una difícil situación tras el cierre de las empresas.
“La mayor parte de las familias que dependíamos de ese trabajo seguimos pateando la calle para conseguir algo”, lamentan. “Las deudas nos están consumiendo, no podemos ni siquiera con las necesidades básicas de nuestras familias… ¡Se nos ríen en la cara!”, agregan con impotencia.
La imagen enviada muestra cómo las máquinas que formaban parte del equipamiento industrial fueron dejadas a la intemperie, en el galpón que ocupaba Textilcom. Según denuncian, se trata de maquinaria costosa, en muchos casos digital, que ahora quedó expuesta a la lluvia y al deterioro. “Siempre se llovió ahí, y ellos sabían bien las condiciones en las que trabajábamos. Ahí las dejaron. Ni siquiera un plástico les pusieron encima”, reclaman.
El golpe más reciente llegó con una notificación: “Nos dieron un plazo para sacar las máquinas del predio… ¿es un chiste? Si saben la situación en la que estamos… No podemos ni pensar en alquilar un lugar lo suficientemente grande para meter todo lo que fue la empresa: máquinas, mobiliario, aires, todo”.
La maquinaria en cuestión forma parte de lo que debería considerarse como parte del pago por las indemnizaciones adeudadas. Pero en vez de ser útil para que puedan trabajar y generar ingresos, las máquinas están allí, inutilizadas, deteriorándose, y con la amenaza de ser retiradas. “A este paso, vamos a terminar recibiendo pedazos de máquinas”, se lamentan.
Esta situación es la continuidad de un conflicto que viene desde hace meses. En enero, los trabajadores de Mom Sports, que es una de las fábricas del Grupo Shangai, habían intimado a la empresa a aclarar su situación laboral en 48 horas, luego de que el Gobierno provincial dejara de subsidiarla. Aunque se habló de reubicación y apoyo estatal, lo que expresan actualmente deja entrever que no recibieron soluciones reales.
“Desde el día uno la empresa estuvo en falta con nosotros”, había dicho una trabajadora a El Esquiú Play en aquel momento. Hoy, ese reclamo sigue más vivo que nunca. “No hicimos nada para perder el trabajo. Al contrario, lo cuidamos hasta el último momento”, insisten. Y ahora, solo piden algo tan simple como justo: que no los olviden.