«Me dijeron, no sé si es verdad, que hay más de 200 mil millones de dólares bajo el colchón y Dios sabe dónde. Si ese dinero se invierte en Argentina imaginen lo que sería ese país», señaló este martes la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. En relación al reciente acuerdo de deuda, que en la práctica funcionó como un nuevo salvataje para un gobierno afín y ratifica la posición de primer deudor del país respecto del organismo internacional, Georgieva señaló que «lo que cambiará el futuro de la Argentina será apegarse a las reformas» y destacó la necesidad de “crear la confianza de que esta vez es distinto”. Fue al hablar ante un grupo de legisladores en el marco de un foro parlamentario organizado en Washington por el FMI y el Banco Mundial.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional ratificó su pronóstico de crecimiento de 5,5% para la Argentina en 2025, en el marco de la presentación de su Informe de Perspectivas Económicas Globales. “Aún tenemos ese pronóstico básicamente por los datos positivos que vimos. Pese al ajuste fiscal hubo un aumento en la confianza y eso nos permite sostener el pronóstico”, señaló Petya Koeva Brooks, integrante del cuerpo de jefes de Economía del FMI, en relación a la Argentina.
No obstante, la funcionaria del FMI alertó que los riesgos para que se concrete esta expansión han aumentado por las mayores “restricciones financieras” a partir de la actual coyuntura global y por los “efectos en los precios”. En tanto, Georgieva también destacó que se pasó «del déficit al superávit» fiscal en las cuentas públicas del país. «Muchos de ustedes saben cuán doloroso es ir hacia esa baja desde una inflación altísima a una bajísima», agregó, aunque omitió decir que la suba de precios del mes pasado fue en realidad muy alta, del 3,7%, y que se espera algo similar para abril.
Guerra comercial
Uno de los puntos centrales del análisis del Fondo para la marcha de la economía global es la escalada en la guerra comercial que inició Donald Trump pero que tuvo una fuerte reacción en su gran oponente, Xi Jinping, presidente de China.
«Desde la publicación de la actualización del informe de Perspectivas de enero de 2025, Estados Unidos ha anunciado e implementado una serie de nuevas medidas arancelarias, y sus socios comerciales una serie de contramedidas, que culminó el 2 de abril con la imposición por parte de Estados Unidos de aranceles prácticamente universales, lo que ha llevado a las tasas arancelarias efectivas a niveles no vistos en un siglo«, indica el documento publicado por el FMI.
El Fondo advierte que «la orientación divergente y cambiante de las políticas o el deterioro de la confianza podrían causar un reajuste adicional del precio de los activos, más allá de lo sucedido tras el anuncio de aranceles generalizados, y bruscas fluctuaciones de los tipos de cambio y los flujos de capital, sobre todo en las economías que ya soportan tensiones por sobreendeudamiento«. Esto último tiene interés para la Argentina, que encara esta turbulenta etapa con reservas líquidas fuertemente negativas si no fuera por el apoyo financiero del Fondo.
«Los efectos persistentes de la reciente crisis del costo de vida, sumados al agotamiento del margen de maniobra para la aplicación de políticas y las deslucidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo, podrían reavivar el malestar social. La resiliencia que han mostrado muchas importantes economías de mercados emergentes podría verse sometida a prueba si el servicio de los niveles elevados de deuda se torna más complicado en un contexto de condiciones financieras mundiales desfavorables«, sigue el organismo internacional.
Menos crecimiento
La guerra comercial y la incertidumbre económica generada por los principales líderes globales tuvo impacto sobre las perspectivas de crecimiento para este año, según el Fondo. «Se prevé que la rápida escalada de las tensiones comerciales y el nivel extremadamente elevado de incertidumbre acerca de las políticas tengan un impacto importante en la actividad económica mundial«, dice el informe.
En relación al reporte pasado, el crecimiento global estimado de 3,3% ahora pasa al 2,8%, bien por debajo del promedio histórico (2000– 19) del 3,7%. En particular, se proyecta que el crecimiento de las economías avanzadas se sitúe en el 1,4% en 2025.
En el caso de Estados Unidos, se estima que el crecimiento se ralentice al 1,8%, un ritmo que es 0,9 puntos porcentuales inferior al previsto en la actualización del informe previo, de enero de 2025, «debido a la mayor incertidumbre acerca de las políticas, las tensiones comerciales y el menor impulso de la demanda», mientras que en la zona del euro se espera que el crecimiento se desacelere en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 0,8%.