Mas Noticias

Entrevista a Santos Carrizo

sábado, 17 de mayo de 2025 00:13

En la edición N° 164 de Glorias del fútbol catamarqueño y nacional, es un honor recibir a don Santos Sixto Carrizo, alguien que transitó toda su vida en el corazón Velezano, desde las inferiores hasta su retiro y su actividad como dirigente del club. 

-GFCyN: Hoy está sentado en nuestra mesa un mariscal, uno de los mejores número dos que ha dado el fútbol de Catamarca. Bienvenido don Carrizo.
-S.C.: Bueno, en primer lugar, quiero agradecerles su atención, sus conceptos y sus palabras sobre mi persona. Inmensamente agradecido por toda esta situación, además quiero decirles que tuve la gran suerte de jugar con grandes jugadores, compañeros, en donde ellos me supieron enseñar cómo era enfrentar a los rivales que teníamos. Y eso me hizo salir triunfante en todos los encuentros y por suerte con muchas satisfacciones con ellos, aparte de salir campeón, tuve familia. Todo eso me dio el fútbol a mí, y el gran honor de haber vestido la camiseta de Vélez. 

-GFCyN: Bienvenido Don Santos, la verdad que fue muy elocuente la presentación tanto de Agustín como de Manuel, me quedé ahí como si fuera viendo una película y seguramente que una película fue su vida, una hermosa película donde usted todavía sigue filmando épocas y trascendiendo, porque esto es lo más lindo que deja el fútbol. Uno en la historia del fútbol hace miles de actividades, desde que empieza a jugar hasta que termina, pero esto es trascendencia ya que es lo más difícil, pasar la barrera de lo que uno ha hecho para trascender, eso es lo que usted está haciendo, es una cosa muy linda estar sentado acá. Le preguntábamos cuántos añitos tenía antes de entrar al aire, y todos quedamos sorprendidos porque usted se lo ve muy bien, un hombre elegante, un hombre dispuesto, con todas sus capacidades. Qué lindo estar así a su edad. Cuéntele a la gente su edad y cuéntele cómo es el secreto para estar así a esta edad.
-S.C.: Bueno, yo quiero decirle a usted y agradecerle todos sus conceptos, como le dije recién. Yo nací un 6 de abril de 1939, cuando estaba comenzando la Guerra Mundial, y tuve la suerte de cumplir los 86 años hace un mes atrás. Así que por eso le digo que me siento muy satisfecho. Y como decimos, podemos manejarnos “solos” todavía. Yo pienso que lo que me ha hecho bien es el fútbol, la actividad física que tuve. Además, después seguí caminando, caminaba de 30 a 40 cuadras, diarias. 

-GFCyN: Don Santos, uno siempre escuchó hablar, vio fotos de los equipos. Hay un Vélez del 63 que va a Comodoro Rivadavia, y de allí a Buenos Aires. Cuéntenos cómo fue esa experiencia.
-S.C.: La experiencia comenzó acá cuando ya estábamos preparándonos para esa invitación a Comodoro Rivadavia, pero todavía no estaba lo de Boca. Teníamos que volver ahí, volver a jugar. Boca había salido campeón e invitaba a todos los campeones del país. Entonces, sí, ya teníamos la invitación de Comodoro Rivadavia, nos fuimos ahí por primera vez, muchos viajamos en avión y todo eso, que es muy grande para nosotros, muy extraordinario en su momento. Y fuimos e hicimos una muy buena campaña en el sur, porque vinimos invictos, empatamos dos partidos con los seleccionados de ahí y los demás habíamos triunfado. Y ahí se encontraban muchos jugadores de Vélez y había muchos catamarqueños en el sur, la mayoría eran de Tinogasta los que estaban ahí. 
Les digo, para mí es una bendición y soy un agradecido del fútbol, porque me ha dado salud, me ha dado físico, me ha dado una esperanza y poder conocer mucha gente para compartir momentos muy lindos. Por eso soy un agradecido toda la vida de Vélez, porque ellos me llevaban a jugar en su equipo, he jugado en la selección. Y tuve un tiempito en Juventud por el préstamo (que estaba jugando por el ascenso) y anduvimos bien, he sido muy bien recibido. A donde he ido tuve la suerte de ser bien recibido.

-GFCyN: Hay un dato, Santos, que marca la pasión que tenías por Vélez, ¿No? En ese tiempo, cuéntanos cómo era el servicio militar, que no quisiste jugar para Unión, cuéntanos un poco esa historia.
-S.C.:  Bueno, evidentemente sí, porque llegaba y había unos oficiales de ahí del ejército los cuales debutaban, jugaban en la liga. Y me habían sabido conocer a mí porque ya me habían visto jugar en la liga, me habían visto jugar en Vélez, todo, y me conocían. Y entonces querían que vaya a Unión, el equipo que era del regimiento que estaba ahí. La obligatoria era dar los pases a préstamo, pero de una provincia a otra, no en la misma provincia, entonces ellos quisieron recurrir a eso, de que yo vaya por obligatorio al equipo, y Vélez dijo que no porque también estaba luchando por el tercer campeonato, y dieron un trofeo grande que había hecho. Yo salí a jugar una vez cuando volví y me arrestaron por desobediencia, y ahí perdí por desgracia según los comentarios que había, se decía que había una nómina de dragoneantes que se destinaban ahí, y que yo estaba en el número uno, y me había desaparecido.

-GFCyN: Pero vos sabés que a veces no es solo suerte, sino que es una virtud de la persona porque la gente que te conoce habla mucho de tu lealtad, de la lealtad que tuviste siempre. Como futbolista podrías haber jugado a morir, digamos, dentro de la cancha, pero afuera todo seguía normal, con los amigos, sea cual sea el rival, el clásico, lo que sea.
-S.C.:  Bueno, yo le comento una cosa que me pasó. Por ejemplo, yo trabajaba en el Instituto de la Vivienda,  ahí trabajé la mayor cosa porque mi trabajo principal fue en la legislatura de Provincia. Vino la intervención ahí, nos mandaron acá y yo fui al Instituto y ya me quedé ahí. Y ahí fui elegido cuatro veces el mejor compañero. Tuve la suerte esa y me eligieron a mí, y yo hacía lo común, lo que me parecía común a mí, no hacía ninguna cosa. Y eso es una gran suerte que tuve.

-GFCyN: ¿Tiene registrado en qué año fue su inicio y cuál fue su final en el fútbol? 
-S.C.: Por supuesto, sí, yo me inicié en el fútbol en los juegos Nacionales Evita en 1949 en infantiles. Después integré las inferiores de Vélez en el año 1954, jugamos en la quinta. Después pasé a jugar a la cuarta y después me trajeron a la primera división, en 1957, porque Vélez estaba en dificultades en cuanto a la tabla de posiciones, entonces hicimos el debut con Reyes Moreno y Andrés Ayala y tuvimos mucha suerte, porque le ganamos independiente 8 a 2. Después nos toca el otro partido que era contra Defensores del Norte, que estaba luchando por el segundo puesto y le ganamos 5 a 1. Y el tercer partido nos toca con el rival que hemos tenido siempre que era Policial, y le ganamos 3 a 1. Allí igualamos las tablas con Sarmiento, pero ellos tenían un partido menos (igual que Independiente) y justamente Independiente le gana a Sarmiento que estaba igual de puntos con nosotros se va a la final ese fue en el año 1957. Como le digo, ahí nosotros hemos perdido con Sarmiento 1 a 0, el señor Tula nos hizo el gol, después de haber dominado nosotros el partido, nos queríamos morir y después vino la gran suerte salí campeón en los años 58, 59, 60, 61 y en el 62 ahí se arma la gran rivalidad que teníamos con Policial, perdimos la final con Policial y después volvimos a salir campeón 64 y 65. Después me tocó hacer el servicio militar. Y salimos con Vélez campeón de vuelta en el 68 y 69, y yo más o menos en el año 73 dejé al fútbol, porque me parecía que ya estaba jugando de más, porque había otros que venían haciendo esfuerzos y quizás yo le estaba ocupando el lugar, eso me llevó a pensar que quizás los dirigentes no tenían la suficiente confianza para decirme que ya terminamos, entonces por suerte yo pude advertir eso y me retiré a tiempo.

-GFCyN: ¿Usted es integrante de la maquinita? Porque Vélez tuvo la “máquina” y después la “maquinita”.
-S.C.: La maquinita integré, porque la máquina era cuando yo era chico (ellos eran tremendos jugadores los de la máquina). Y la maquinita fue linda, porque había grandes jugadores como Juan Carlos Corro, Ernesto Barrionuevo, el doctor Ovejero, Ayala y Reyes Moreno, entre tantos. 

-GFCyN: Me quiero remontar un poquito más atrás, si es factible, a su niñez, a su infancia, a sus amigos, a su potrero, a su inicio con el fútbol, antes de empezar a jugar en Vélez. El amor por el fútbol nació apenas empezó a caminar. ¿Cuándo nació el amor por el fútbol en Santo Carrizo? 
-S.C.: Bueno, sí, es verdad, como dice usted, cuando nací, nací con las ganas de fútbol, y tenía la pelota de trapo, como la llamamos comúnmente nosotros, y allá donde yo he nacido, en Las Peñas, en el departamento de La Paz, no había pelotas, pero allí llegó un maestro, de apellido Avellaneda, que después me contaron que era un jugador de fútbol aquí, en F.M.E, y él nos llevaba unas pelotitas, para que juguemos y todo eso, y así comenzó nuestra pasión futbolera, bueno, por lo menos la mía. Después toda la familia se traslada a la ciudad capital, y entonces, ahí yo aprendí más cosas.

-GFCyN: ¿A dónde se trasladan? ¿A qué barrio?
-S.C.: Acá en La Tablada, por la Ayacucho entre Florida y Santa Fe, ahí había canchitas por todas partes porque no era tan poblado y bueno, y de ahí después nos trasladamos a la calle Tucumán entre Buenos Aires y Florida, ahí había una placita que le llamaban el barrio 4 de Julio y había un equipo que se llamaba Cuatro de Julio, y yo era un loco porque me iba a ver los campeonatos que hacían todos los domingos de los Barriales, y he visto grandes jugadores como era el tucumano Juárez, como era Víctor Bambicha, el “Palangana” Oliva, entre otros.

-GFCyN: Le hago una pregunta, usted tiene un porte, pero lo veo bien erguido con su columna, su prestancia, ¿A qué edad tenía ya el físico que lo acompañó durante toda la vida?
-S.C.:  Bueno, siempre fui muy delgado, y más cuando vivía practicando el fútbol en distintas partes. Me aconsejaban, acá vas a jugar, acá no… Entonces, recuperé mi estado físico en general y ya no sentía los malestares, sentía los músculos fuertes, además los dirigentes que tenía me cuidaban un montón.

-GFCyN: ¿A quién debe agradecer don Santos?
-S.C: En primer lugar, a ustedes por lo que me han hecho sentir inmensamente feliz y luego a Vélez, porque yo voy a ser toda la vida un agradecido de Vélez, porque si alguien me conoce es porque he vestido los colores velezanos. A todos los dirigentes, pero en especial a Dimas García que estaba con los jugadores, las familias y las necesidades de todos, y a toda la familia. 
PD: Don Santos Carrizo es un ángel del fútbol, su mirada irradia tanta paz y fulgor que es inevitable emocionarse al sentirlo hablar, al verlo gesticular y rememorar tantas vivencias que ha cosechado con sus jóvenes 86 años. Gracias por enseñarnos el amor perpetuo al más hermoso de los deportes, don Santos Carrizo.
 

Más Noticias