domingo, 8 de junio de 2025 11:00
Carlos Maslatón, reconocido abogado, analista financiero y figura habitual de las redes sociales, sorprendió en las últimas semanas con una transformación física notable. Más delgado, con otra energía y una nueva rutina, decidió hablar públicamente sobre el camino que eligió para mejorar su estado de salud: “Bajé 32 kilos en los últimos 6 meses”, confesó, y agregó que desde su “peso máximo histórico” ya ha perdido 43 en total.
Lejos de cualquier especulación sobre una cirugía o enfermedad, Maslatón aclaró que su cambio responde a una combinación de ejercicio, cambios en su alimentación y un tratamiento experimental. En diálogo con Viviana en Vivo (El Trece) y también desde su cuenta de X (ex Twitter), explicó con detalle el proceso que lleva adelante y se diferenció de las soluciones mágicas: “Esto está totalmente estudiado y yo estoy monitoreado en forma semanal. Es una cosa muy seria”.
El exaliado político de Javier Milei, conocido por su ironía punzante y sus crónicas gastronómicas en redes, admitió que durante años tuvo una relación complicada con la comida: “En los últimos 30 años zafé del cigarrillo, del alcohol y de la droga, consumo cero. Pero no zafé de los hidratos de carbono, de los dulces y de las harinas, adicción a eso, no me la podía sacar”. Aunque intentó con múltiples dietas y entrenamientos, nunca había logrado bajar más de 20 kilos de manera sostenida.
La clave del cambio llegó con su incorporación a un ensayo clínico del laboratorio estadounidense Eli Lilly. “Estoy participando de una prueba del laboratorio norteamericano Eli Lilly, no es el Ozempic danés, es otro producto distinto”, explicó. El Ozempic, popularizado en el último tiempo, está compuesto de semaglutida. En su caso, la prueba incluye tirzepatide o retatrutide, y debido al diseño del ensayo, Maslatón no sabe con exactitud cuál de las dos drogas está recibiendo. “Es una prueba de 80 semanas para 800 personas en el mundo. En Argentina, creo que hay entre 30 y 50 personas. Tengo la suerte de participar de este experimento”, detalló.
Además del tratamiento farmacológico, Maslatón mantuvo su compromiso con el ejercicio físico. “El tema gimnástico siempre estuvo en mí, con mucho peso, con poco peso”, afirmó. Su rutina diaria incluye subir y bajar los 32 pisos de escaleras de su edificio, y recientemente planea aumentar la dificultad con una segunda vuelta de cinco pisos adicionales. “Cuanto mejor esté físicamente, más escaleras puedo subir”, sostuvo.