El dolor permanece lacerando todas las capas, desde el corazón, el alma y hasta la mente. La partida física de Jorge Lanata provoca angustia, desazón e impotencia en la sociedad y principalmente en sus seres queridos, que lo acompañaron durante sus seis meses de grave internación.
Dentro del círculo de cercanos se encuentra Marina Calabró, quien compartió más de nueve años de trabajo diario, con miles de horas al aire y diversas situaciones en la vida real. La famosa no pudo contener su emoción y sus pupilas se transformaron en una catarata de lágrimas.
Durante el reemplazo de Mariana Fabbiani en DDM, Marina se quebró al aire y lloró por Lanata. “Me recontra cuesta hablar de Jorge y creo que se me nota la incomodidad”, arrancó. Y añadió: “Por eso cuando falleció, si bien me agarró afuera, decidí no dar notas. No por desplante a ningún colega, sino porque me pareció que era el momento para que hablaran sus realmente cercanos”.
En ese repaso del vínculo que los unió, Calabró detalló todo el simbolismo que le impregnó en su existencia el célebre periodista: “Yo no era su amiga, fui su compañera de trabajo durante nueve temporadas y me dio un lugar con un lucimiento que pocos me han dado. Siempre será un antes y un después para mí”.
MARINA CALABRÓ SE QUEBRÓ AL HABLAR DE JORGE LANATA
Asimismo, la hermana de Iliana reflexionó sobre esos meses tan complejos y la imposibilidad de un contacto: “Me recontra duele su partida porque no hubo despedida. No nos pudimos despedir de Jorge porque un 14 de junio pasó lo que pasó y no lo vimos más”.
Hasta se animó a abrir su corazón al exteriorizar su deseo con Lanata: “Creo que todavía no tengo digerida ni asumida su muerte porque es como si hubiera pasado, salía de todas«. En tanto que provocó un baño de emotividad al confesar: «Yo también creía en el milagro, y sabía, porque hablé con algunos médicos, que Jorge no salía. Pero lo sabía racionalmente, íntimamente creía en la posibilidad del milagro”.