Luego que le concedieran la prisin domiciliaria a Cristina Kirchner con duras condiciones, la ex mandataria haba posteado sobre el uso del balcn en su red social X:
«Puedo salir o no al balcn de mi casa? Parece un chiste, pero no lo es… Por eso le pedimos al Tribunal que aclare, por favor, qu conductas estn prohibidas», escribi la ex mandataria.
Puedo salir o no al balcn de mi casa? Parece joda, pero no…
Por eso le preguntamos al Tribunal que aclare, por favor, qu comportamiento se encuentra prohibido.
Te comparto el pedido de aclaratoria presentado por mis abogados.https://t.co/Rspne9knga
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) June 18, 2025
El Tribunal Oral en lo Federal Criminal 2 autoriz esta tarde a la ex presidenta Cristina Kirchner el uso del balcn en el domicilio de San Jos 1111 donde cumple prisin domiciliaria por la Causa Vialidad y orden adems la colocacin de la tobillera electrnica.
La resolucin
Los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Gimenez Uriburu sostuvieron que:
«el tribunal no ha vedado el uso y goce de ningn espacio especfico de la arquitectura del inmueble en el que habita», pero aclararon que «se espera de la solicitante el criterio, la prudencia y el sentido comn suficientes para discernir en qu contexto el uso del balcn resultar una accin inocua y en cul podr implicar una perturbacin para la tranquilidad y la convivencia pacfica del vecindario».
«En virtud de lo expuesto, el tribunal da por aclarada la incertidumbre trada a estudio, lo que as se resuelve», sealaron los magistrados.
El balcn y los cachivaches
El balcn de Cristina Kirchner se convirti, luego del fallo de la Corte, el lugar para visitar, estar y compartir con la ex mandataria. Un espacio de militancia, de encuentro, de resistencia y de esperanza.
Para otros sectores, ese balcn, se transform en un lugar de disputa, de negacin y de odio.
Para el arte, principalmente poltico, ese balcn, despert toda la inspiracin posible para revivir emociones y demonios, en tiempos de digitalizacin visual, redes sociales e inteligencia artificial.
Tanto es as que, cuando Cristina le habl a la militancia en Plaza de Mayo, comenz hablando del balcn: