En lo que va de la gestión del presidente Javier Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo, el total de la deuda creció más de 35.463 millones de dólares. Eso sin contar el mix de instrumentos que el titular del Palacio de Hacienda apeló para engrosar las reservas, de modo de cumplir la meta con el Fondo Monetario Internacional (FMI): licitaciones de deuda en dólares por un monto máximo de USD 1.000 millones mensuales, y que alcanzarían un total de USD 7.000 millones en el año; y el acuerdo de otra línea de repo con bancos internacionales por USD 2.000 millones; sumado la emisión de un nuevo BOPREAL. Es decir, más deuda.
De acuerdo al Instituto Patria Grande (IAG), desde diciembre de 2023 el stock de deuda bruta nacional creció más de USD 35.463 millones. En mayo de 2025, el guarismo ascendió a USD 461.019 millones, incluida la deuda en pesos. “El salto principal se dio por el nuevo programa con el FMI, que aumentó los pagos proyectados en USD 17.000 millones adicionales respecto al acuerdo 2022”, explicó el investigador del IAG, Hernán Herrera.
El último dato oficial disponible corresponde al quinto mes de este año según el informe Boletín mensual de Deuda, que publica la Secretaría de Finanzas, arrojó que el stock de deuda bruta implicó unos USD 461.019 millones, cuanto en abril arrojó USD 472.920 millones. “La baja se produjo por la cancelación de la deuda que el Tesoro Nacional tenía con el Banco Central en Letras Intransferibles. Lo cual no habla de una mejora cualitativa. La deuda que el Tesoro cancela con el BCRA, si bien corrige el aumento de abril, por los desembolsos de FMI, deja una situación mucho más frágil contra marzo, porque lo que era deuda intra Estado, valuada en moneda dura, ahora es deuda con el FMI, que condiciona la soberanía monetaria y financiera”, agregó Herrera.
“Durante los últimos 12 meses, el stock de deuda bruta en situación de pago normal aumentó por el equivalente a USD 25.273 millones, debido al incremento de la deuda en moneda extranjera en USD 168 millones y al aumento de la deuda en moneda local por un monto equivalente a USD 25.105 millones”, detalló el documento oficial. Por su parte, Luis Secco, economista y director de Perspectiv@s Económicas, sostuvo que la deuda en pesos ascendió a $ 237.773.072 millones, lo que implicó un aumento de $ 153.900.354 millones. Mientras que la deuda en dólares bajó apenas unos USD 90 millones, según sus estimaciones, y se ubicó en USD 267.900 Millones con estimaciones hasta abril. Según el IAG, la deuda total en moneda extranjera alcanzó USD 254.841millones en mayo de 2025.
Reservas: más deuda para cumplir con el FMI
El equipo económico salió la semana pasada con fuerza a juntar dólares de cara a la meta de acumulación de reservas que tiene con el FMI. En primer lugar, decidió flexibilizar normas para que los inversores del exterior puedan retirar sus dólares, si así lo desean; antes de la primera colocación del Bonte 2023 se impuso una restricción de permanencia de 180 días, ahora esa norma quedó eliminada. A su vez, anunció un REPO de USD 2.000 millones con 7 bancos extranjeros.
Por otro lado, la Secretaria de Finanzas anunció los bonos que van a formar parte de la oferta de la licitación de deuda del viernes pasado en moneda local, que se agregó también un Bonte 2023 en pesos, pero suscribible en dólares. En esta oportunidad será por un monto cercano a la mitad en el segundo llamado de abril de USD 1.000 millones, que había sido solo para extranjeros, en lo que fue un testeo del mercado, en el cual el Gobierno salió airoso.
Cabe recordar que antes del nuevo acuerdo suscripto por el gobierno de Milei, el cronograma de pagos al FMI ascendía a USD 55.363 millones para los próximos 10 años. Tras la firma del nuevo entendimiento, la Argentina deberá afrontar pagos por un total de USD 72.487 millones en el mismo periodo. Con el nuevo programa con el FM hay vencimientos abultados desde 2028, el país desde ese año enfrentará pagos por: capital USD 32.418 millones, intereses por USD 5.764 millones, y sobrecargos: USD 2.437 millones.
Paralelismo con el Caputo de Macri
Este contexto retrotrae el recuerdo del Caputo de Macri y revive algunos fantasmas de aquella gestión. En primer lugar, y el más evidente, en ambos casos la estrategia fue acudir al FMI para reforzar reservas, pero a costa de mayores vencimientos futuros. Pero también en las dos ocasiones se evitó controles de capital duros. En 2018 “Toto” levantó controles de capital y luego se reintrodujo el “cepo” tras la corrida de 2019. “Antes de colocar el Bonte 2030 en pesos, pero con ingreso de dólares al país, se impuso un ‘parking’ de 180 días para frenar la especulación de capitales, mecanismo que ahora se acaba de eliminar. Las medidas macroprudenciales duraron solo 15 días. Esto puede facilitar un nuevo ciclo de entrada/salida volátil de dólares, como ocurrió en 2018”, advirtió Herrera.
Fuente: perfil.com