martes, 1 de julio de 2025 10:00
El pasado 27 de junio de 2025, el exclusivo Chateau Libertador fue escenario de un «viernes 13» infernal, con un escándalo que se extendió por diez horas. El conflicto, que duró desde las once de la mañana hasta las nueve de la noche, involucró a Wanda Nara, Mauro Icardi y las dos hijas que comparten, Isabella y Francesca. Con el tiempo, los detalles más crudos de lo sucedido comenzaron a salir a la luz.
Quien se encargó de revelar los pormenores fue Yanina Latorre, conocida por tener información de primera mano de ambas partes. A pesar de haber sido acusada de ser su «vocera» en un momento y luego de traicionarla, la conductora de SQP sigue desvelando la información más «picante y caliente» del bochorno, haciendo oídos sordos a las críticas.
El viernes en cuestión, la empresaria debía entregar a las niñas a su padre para cumplir con una «revinculación» ordenada por la justicia. Sin embargo, al momento de la partida, ella rompió en llanto y entró en una profunda crisis de nervios y ansiedad, contagiando a las pequeñas, quienes se negaron a irse. La tensa situación se destrabó solo después de diez horas, cuando la figura pública comprendió que podía enfrentar consecuencias legales si no cedía.
Fue entonces cuando la panelista de «LAM» soltó la bomba más impactante: lo peor que hizo la exesposa del futbolista fue difundir las filmaciones de lo ocurrido. En su cuenta de Twitter, la Angelita escribió: «Los videos los mando Wanda. Igual, no entiendo que los publiquen. Una locura todo. Jamás publicaría algo así». Estos videos contenían gritos, llantos y pedidos desesperados de adultos y niños, siendo estos últimos los más afectados.
Después de criticar tanto a la mediática como a sus colegas, la comunicadora siguió revelando las intimidades de lo que ella denomina la «novela turca». Desde su Instagram, preguntó: «¿Un poquito de novela turca?» y continuó compartiendo novedades.
Posteriormente, se refirió a la «China» y su incorporación «paulatinamente». Se supo que la actriz compartió un almuerzo de aproximadamente hora y media con el deportista y las niñas. La especialista en espectáculos se preguntó qué significaría «paulatinamente».
Milagrosamente, la situación se calmó. La progenitora habló con sus hijas, y «todo tranquilo. No hubo quilombo ni drama», aseguró la comunicadora. Las pequeñas están contentas y sin angustia, y la «nipona» cumplió con el concepto de «paulatinamente», asistiendo al almuerzo y luego retirándose.
Aunque la situación parece haberse normalizado, la observadora de la farándula insistió: «Viene muy tranquilo todo, ¿no?». Dejando en el aire la posibilidad de que esta aparente calma sea solo temporal, o que ya se esté «pergeñando algún plan o denuncia macabra».