Micaela, víctima de abuso sexual por parte de su padre, volvió a manifestarse públicamente en busca de justicia. La joven encabezó una movilización frente a la Fiscalía General, acompañada por jubilados autoconvocados, para exigir que se revise la sentencia que impuso tres años de prisión en suspenso al agresor.
Durante la manifestación, Micaela expresó su desconcierto por la pena dictada y reclamó conocer los fundamentos del juez que resolvió el caso. “Como víctima, no encuentro justificación. No hay lógica que sostenga que un abuso termine con el abusador libre. Esto es una impunidad disfrazada de condena”, expresó con firmeza.
La joven también advirtió que su hermana menor continúa en peligro, al convivir aún con el condenado. “No se trata solo de lo que ya pasó. Esto sigue siendo una amenaza para una niña que no está protegida. La justicia tiene que reaccionar”, alertó.
El reclamo de Micaela volvió a visibilizar la fragilidad del sistema ante casos de abuso intrafamiliar. Con el respaldo de sectores sociales y ciudadanos que se solidarizaron con su causa, la joven aseguró que no bajará los brazos: “No voy a parar hasta que la justicia esté a la altura del daño que sufrimos”.