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El efecto retenciones todavía no se siente: las razones por las que el dólar se recalienta y marca un nuevo máximo histórico

El precio del dólar pegó un salto de 25 pesos, llegó a su valor máximo en la plaza oficial al tocar los $1.325 en el Banco Nación y encendió luces amarillas en el mercado, en un momento en que se espera una baja en la entrada de «sojadólares», por factores estacionales, y en el que todavía es una incógnita el impacto que tendrá la baja de retenciones.

A esto se suma el «ruido» por la licitación de títulos públicos que hizo el último martes el Gobierno, en el que debió convalidar un interés mayor al 60% de tasa nominal anual (TNA) y en el que no pudo colocar todos los bonos ofrecidos. 

Todo esto, en un escenario en que hay amplia liquidez en las últimas semanas, tras el desarme de las LEFIs, que dejaron alrededor de $9 billones sin colocar en poder de los bancos.

A ello se le suma la mayor demanda de dólares por la finalización del mes y el pago en moneda estadounidense de una deuda, que generaron un combo «perfecto» de tensiones en la rueda.

En este contexto, hubo intervención oficial en los mercados de dólar futuro, para «atar» las expectativas de precios. Incluso, desde la City indicaron que, pese a la intervención del Banco Central en futuros, no se pudo contener el alza por la gran demanda que hubo sobre el cierre de la jornada.

«La suba se acentuó en la última hora de la rueda. Hasta ese entonces, el desarrollo era relativamente tranquilo y algo acotado. Pero la demanda se activó sobre el final y sin una oferta acorde, los precios alcanzaron nuevos máximos», describe Gustavo Quintana, analista de PR Cambios a iProfesional

En resumidas cuentas, el tipo de cambio trepó 1,9% este miércoles y en todo el mes acumula un incremento 9%.

Por lo tanto, supera con creces la renta ofrecida hoy por los pesos en un plazo fijo, que ronda el 2,5% cada 30 días (31% de TNA), y también a la inflación estimada para julio, por debajo del 2%.

Los factores que empujan al dólar

La City mira con cautela las medidas tomadas por el Gobierno, y lo que se busca dilucidar es cómo buscará controlar el precio del dólar en un momento en que no entran de forma genuina divisas, y cómo incentivará a que se reactive más la economía para que se produzca dicho ingreso de billetes estadounidenses.

Respecto a las causas de la suba del dólar, los expertos del mercado consideran que las son múltiples, con un impacto por el cierre del mes y la mayor demanda por las necesidades de divisas para cancelar deudas de empresas y pagos con tarjetas al exterior de particulares.

«No descarto algún pago de deuda que contribuyó a aumentar la demanda, ya que el volumen de operaciones mayorista fue bajo. Asimismo, los exportadores estuvieron ingresando por debajo de su promedio, y esto también contribuye a correcciones hacia arriba de la cotización», resume Quintana.

Estas luces amarillas que encienden expertos se suman al fallido test de Caputo por la licitación de bonos del Tesoro, que puso en números el nivel de incertidumbre que se vive en el mercado: no logró el objetivo de renovar la totalidad del vencimiento -sólo se «rolleó» un 76,3% del total- y, además, hubo que convalidar una tasa de interés alta, que para los plazos mas cortos llega a 4,28% de tasa efectiva mensual. Hablando en plata, eso implica que el Tesoro deberá resignarse a que unos $2,8 billones queden en circulación. Y hay economistas que parte de esa cifra se volcará al dólar, incluso con tasas en aumento.

A esto hay que sumar la presión por parte de ahorristas: en junio, los minoristas adquirieron dólares por u$s4.357 millones, contando las compras netas de billetes en los bancos y otras salidas netas de divisas. La cifra implicó una suba de 25% respecto de mayo. Y todo indica que los números serán peores en julio.

Hay más factores: algunos economistas cuestionan la veracidad de los números fiscales: dicen que si se contabiliza el costo de intereses de la deuda que se está acumulando, ya no existiría el superávit fiscal financiero, sino que los números estarían en rojo. El dato oficial de junio marca un superávit de $551.000 millones, pero si se considera la acumulación de intereses capitalizados -y no pagados- de Lecaps, habría un «rojo» de $5,8 billones. 

El BCRA sigue jugando fuerte en el mercado de dólar futuro

esta suba considerable del precio del dólar se generó más allá que el Banco Central estuvo interviniendo en el mercado de futuros para aquietar las expectativas en la cotización.

«El BCRA llegó a vender futuros a 180% de tasa negativa para el plazo de mañana y, aun con eso, no pudo frenar el mercado, que está muy demandante, sobre todo por el fin de mes. Evidentemente quisieron generar la oferta con altas tasas y eso no alcanzó», suma Francisco Díaz Mayer, analista de ABC Mercado de Cambios.

De hecho, en el mercado de opciones y futuros del Matba-Rofex se operó para fin de julio un valor de dólar mayorista de $1.307,5, una cifra que a pesar de ser 20 pesos más alta que en la jornada previa, se ubicó por debajo de la cotización que alcanzó el miércoles en el spot, de $1.315.

Y los analistas advierten que las intervenciones del Gobierno ya son amplias y generan cierta preocupación.

«A juzgar por el aumento del interés abierto (IA), creemos que el BCRA estuvo presente activamente en la curva de futuros entre el 10 y el 23 de julio, cuando el IA presentó subas atípicas. En los últimos días, vimos subas más contenidas, con excepción del inicio de esta semana, que no estarían relacionadas con el accionar del BCRA. En 14 ruedas, el IA saltó u$s3.098 millones hasta un stock de u$s7.106 millones, prácticamente igualando el récord en plena tensión de la administración de Alberto Fernández de fines de julio 2022. Una suba de esta magnitud en tan poco tiempo es atípica, lo que nos hace pensar que está detrás el BCRA», describen desde PPI.

En tanto, para el final diciembre, la cotización negociada en los futuros para el tipo de cambio saltó también 20 pesos, para ubicarse a $1.499.

Es decir, se prevé que desde ahora hasta la conclusión del año habría una devaluación de 14%. Y, por ende, en todo el 2025 sería de 45%.

Qué puede pasar con el dólar

La tensión en el mercado cambiario, en pleno fin de mes y con poco ingreso genuino de divisas, puede continuar, según los analistas consultados por iProfesional.

«Creo que falta claridad en la política monetaria y cambiaria. Este tipo de cambio no es un mal nivel, pero si las expectativas no están bien ancladas, no queda claro qué tasa es la que define quedarse en pesos. O mejor dicho, la combinación de tasa y nivel de tipo de cambio se está testeando en esta etapa», advierte Fernando Baer, economista de la consultora Quantum de Daniel Marx, a iProfesional.

En este sentido, Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, toma con más calma la situación: «Si se queda el dólar entre $1.300 a $1.350, y no se desboca, todo funcionaría mejor con una tasa de interés más baja, por lo que sería más positivo para la economía y para las pretensiones del Gobierno para las elecciones». 

Al respecto, Jorge Colina, economista de IDESA, concluye: «El precio del dólar sigue dentro de la banda, y la tendencia alcista se debe a que hay un exceso de liquidez en el mercado producto del desarme de la LEFI, que son las sucesoras de las Leliq, que el Gobierno no pudo absorber con bonos del Tesoro. Es decir, si bien el Tesoro subió su tasa de interés por encima de 4% mensual, quedó liquidez que pudo haberse ido al dólar». 

A ellos agrega que también se suma la tensión por el millón de personas que mensualmente compra dólares por homebanking y los argentinos que realizan compras en el exterior con tarjetas.

«El número de personas que compraron divisas fue realmente alto, sobre todo si miramos los meses anteriores. Este aumento de la demanda refleja el contexto de incertidumbre política y electoral que se está dando», aclara Andrés Salinas, economista e investigador de la Universidad de La Matanza (Buenos Aires). 

Por eso, opina que las altas tasas que está validando el BCRA para absorber pesos y evitar que estos se vayan a dólar, «dan lugar a la especulación, es decir, si dejan de pagar esa tasa esos pesos van a generan presión sobre la cotización del billete estadounidense. Entonces, el mercado especula con que en algún momento tienen que bajar esas tasas, sobre todo cuando la idea es que las mismas se definan en el mercado». 

Para el futuro, Salinas recomienda: «Tenemos que seguir mentalizándonos en la flotación entre bandas, quizás si las condiciones macro empeoran y no se logra acumular más divisas, o se rompe la disciplina fiscal, cosa que no creo, ahí puede llegar a haber algún salto más abrupto». 

En resumen, considera que «la clave sigue pasando por la capacidad del Gobierno de mantener el orden fiscal en primera instancia, de acumular reservas y de seguir honrando sus compromisos, así se mantiene la confianza en ellos»

Así, Colina reflexiona: «El dólar no va a pegar un salto, pero puede seguir reptando hacia arriba de la banda de flotación, que hoy es de $1.440, porque crece 1% por mes. Por lo que tiene espacio para crecer unos $100 más«.

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