Una mujer que sufrió violencia de género fue condenada a diez años de prisión por el asesinato de su expareja, a quien apuñaló en diciembre de 2023 en la ciudad de Godoy Cruz, en Mendoza. La condena llegó luego de un juicio abreviado en el cual el juez tuvo en cuenta todo lo que había ella sufrido de parte del hombre, lo que evitó que fuera penada con cadena perpetua.
El hecho ocurrió el 19 de diciembre de 2023 por la mañana. Cerca de las 10:30 un llamado al 911 alertó que en el cruce de las calles Talcahuano y Revolución de Mayo había un hombre tirado en la vereda, y con sangre en la boca.
Hasta allí se desplazó personal policial, que constató la información y logró establecer que el hombre era Ángel Rocha Centurión, de 39 años y quien vivía en la calle Viamonte al 4500, de Luján de Cuyo, y que se encontraba tendido en el piso en posición de cúbito dorsal, según publica el diario Los Andes.
Los policías entrevistaron a una mujer que se encontraba en la zona, quien afirmó que vio al hombre «cuando cayó al piso», y agregó que intentó levantarse «pero volvió a desplomarse sobre la vereda”. La testigo añadió que, en ese momento, se le acercó otro hombre y le dijo que “había visto a una mujer que le habría asestado un cabezazo a la víctima y luego se dio a la fuga”.
A raíz de eso, la Policía Científica, de la Unidad Investigativa Departamental de Godoy Cruz y de la División Homicidios, por orden de la Fiscalía de Homicidios, comenzó a investigar lo sucedido y los peritos determinaron que el cuerpo presentaba una herida punzo-cortante en el tórax debajo de la tetilla izquierda.
Fue a través del Centro de Monitoreo Central, en conjunto con el de Godoy Cruz, que se investigaron las imágenes de lo sucedido hasta dar con la persona que lo había atacado con un arma blanca. Se trataba de Vanesa Noelia Parolo Vera, de 40 años y expareja de la víctima. Esa misma noche, Parolo se entregó en la Comisaría 27ª de Godoy Cruz.
Meses más tarde, y tras declararse culpable, Parolo Vera fue condenada en una audiencia presidida por el magistrado Aníbal Crivelli, durante un juicio abreviado por el homicidio de Rocha Centurión. La muerte fue investigada por la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, quien imputó a la mujer por el delito de homicidio agravado por el vínculo, delito que tiene como única pena la prisión perpetua.
Sin embargo, la determinación final fue otra. Previo al juicio abreviado, el jefe de la fiscalía de Homicidios, Fernando Guzzo, y la defensa de la acusada establecieron la pena de 10 años de prisión, teniendo en cuenta “circunstancias extraordinarias de atenuación”, ya que durante la investigación quedó ampliamente probado que la mujer era víctima de violencia de género.
Esta figura, contemplada en el Código Penal, reconoce que, si bien el autor es culpable, su responsabilidad se ve disminuida por factores excepcionales. En este caso, se tuvo en cuenta que Parolo había denunciado sufrir violencia de género por parte de Rocha Centurión.
El fuerte prontuario de la víctima y su victimario
El día anterior al que recibió un puntazo que terminó con su vida, Rocha Centurión había salido de la cárcel. Según informó el Ministerio de Seguridad, acababa de cumplir una condena por robar placas de cobre de las luminarias de la Plaza Independencia.
Pero en su historial había varios delitos más. De hecho, en poco más de una década había sumado 12 detenciones y ocho condenas, casi todas por robos y hurtos, varios en contexto de violencia de género. Su trayectoria delictiva estuvo marcada por breves períodos en libertad que terminaban con nuevos ingresos a los penales de Boulogne Sur Mer o San Felipe.
Por su parte, Parolo Vera también contaba con un extenso prontuario: antecedentes por robos, amenazas, un intento de homicidio contra una expareja en 2008, internaciones psiquiátricas y múltiples pasos por la cárcel de mujeres de El Borbollón. En redes sociales se presentaba con el lema “EskueLA de vioLenxiA anarkO punk” y exhibía posturas políticas extremas, además de una vida marcada por el conflicto con diversas personas.
Domiciliada en calle Huarpes de la localidad godoycruceña de Villa del Parque, ya había sido acusada por un hecho de gravedad: el 27 diciembre de 2008 quedó en la mira por una agresión con arma blanca contra otro novio, informó El Sol.
Ese ataque dejó en grave estado al hombre y Parolo terminó detenida en noviembre de 2009. El entonces fiscal departamental Tomás Guevara la imputó por homicidio simple en grado de tentativa, pero debió ser internada en el Hospital El Sauce, por el estado emocional que presentaba.
Posteriormente, volvió a pasar por ese nosocomio neuropsiquiátrico en enero de 2010, aunque luego volvería a la cárcel de mujeres de El Borbollón, donde permanecería hasta el 5 de agosto de ese año, cuando la Tercera Cámara del Crimen la condenó a tres años de cárcel por el intento de asesinato y una causa de robo simple que se le acumuló.
Debido al tiempo que llevaba tras las rejas, Parolo fue liberada ese mismo día y desde ese entonces se mantuvo sin roces con la Justicia a lo largo de siete años. Pero a fines de diciembre de 2017 volvió a caer por una denuncia de amenazas y regresó a El Borbollón. Menos de dos meses más tarde, en febrero de 2018, el Juzgado Correccional Nº 1 la condenó a seis meses de cárcel y le dictó la reincidencia.
Pese a que el 2 de marzo de ese año le dieron el beneficio de la detención domiciliaria, se lo revocaron tan sólo 24 días después. Luego, en abril, purgó la pena y regresó a las calles. En el medio, Parolo fue investigada por un robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa perpetrado en 2018, pero en marzo de 2019 la Justicia la sobreseyó en esa causa.
Tiempo después, en noviembre de ese año, quedó una vez más tras las rejas, acusada por un robo simple en grado de tentativa, caso por el que fue condenada en febrero de 2020 a cuatro meses y 15 días de cumplimiento efectivo. Y a los pocos días de que el Gobierno nacional declarara la cuarentena preventiva por la pandemia del Covid-19, Parolo quedó libre por cumplimiento de pena.
Pero justamente, por violar el aislamiento social, terminó presa durante un mes en junio de 2021, siendo ese su último paso por una prisión antes del regreso ahora en 2025 tras asesinar a su expareja.