El juicio por jurados por el crimen de Marcelino Pachado llega a las instancias finales. Ayer, con la declaración de los acusados y la comparecencia de los últimos testigos, se dio por finalizada la etapa de escucha de testimonios. Hoy se pasará a la instancia de alegatos e instrucciones finales. Luego el jurado, integrado por 12 vecinos de la Capital, pasará a deliberar hasta llegar a una conclusión unánime.
Ayer, en la tercera jornada de debate, los acusados Cristian Marcelo Barros; sus hijos, Cristian, Marcelo y Nelson y, Gustavo Varela hicieron uso de la palabra. Los cinco deben responder por el presunto delito de “homicidio agravado por alevosía”. Los integrantes del clan Barros llegaron a juicio privados de la libertad. Fuentes judiciales informaron que los acusados negaron su participación en el hecho de sangre. A la vez, insistieron en su inocencia.
En esta audiencia también se presentaron seis testigos. Se escuchó el testimonio de profesionales que peritaron las prendas halladas en el marco de la investigación y una psicóloga que asistió a uno de los acusados.
El juicio por jurados comenzó el lunes. En su alegato de apertura, la fiscal del caso Paola González Pinto había remarcado que los acusados deben responder por “homicidio agravado por alevosía”. “Al momento de los hechos se encontraban en pleno ejercicio de sus facultades mentales. Este delito es grave y es uno de los más aberrantes que tiene el Código Penal. Además, este hecho de matar a una persona se encuentra agravado por haber sido cometido por alevosía. Lo que significa que dirigieron todas las acciones para matar a Marcelino Pachado, aprovechándose que no podía defenderse”, sostuvo.
El 7 de febrero de 2017, Marcelino Pachado sufrió un ataque salvaje que incluyó golpes de puños y también con un palo de madera y un hierro. Le pegaron hasta dejarlo inconsciente. La agresión brutal ocurrió en la vivienda de los Barros, ubicada en el barrio Montecristo, en la zona sur de la ciudad Capital. Sucedió cuando Pachado estaba dormido. Tras la paliza, lo envolvieron con sábanas y lo trasladaron en el baúl de un auto hasta la vera del río del Valle, el lugar en donde fue hallado.
Entre los testigos, se presentaron profesionales que elaboraron las pericias psicológicas a los imputados. De acuerdo con información a la que pudo acceder El Ancasti, el informe no habría favorecido a Barros padre y uno de sus hijos. Según se detalló, padre e hijo tienen una personalidad fría, sin empatía y sin registro del otro. A la vez, se remarcó que Barros padre tendría una figura patriarcal, con autoridad incuestionable.
Otro testigo comprometió aún más al clan Barros. Habría visto cuando golpeaban a Pachado y que la víctima estaba muy alcoholizada. También habría visto cuando subían a Pachado al auto (para luego abandonarlo a la orilla del Río de Valle).
De acuerdo con este testimonio, Pachado habría visitado la casa de los Barros en dos ocasiones y siempre estaba borracho. A la vez, habría dejado en claro que Varela –el quinto imputado- no habría participado de la golpiza. Otros testigos también aseguraron que vieron cuando cargaron el cuerpo de Pachado y que luego los Barros destruyeron ese vehículo.
Expediente
- Imputación “homicidio calificado por alevosía”
- Imputados: Cristian Marcelo Barros, sus hijos Nelson, Cristian y Marcelo y Gustavo Varela.
- Víctima: Marcelino Pachado
- Juez director: Silvio Martoccia.
- Ministerio Público: fiscal del caso Paola González Pinto y fiscal de Cámara Augusto Barros.
- Querella particular: Claudio Contreras y Ricardo Martín Villagra.
- Defensa: Víctor García (por Varela), Juan Enrique Lebrón, Ana Córdoba y Germán Josué Bordón para Barros y sus tres hijos.