sábado, 6 de septiembre de 2025 14:25
Cada vez más personas buscan reemplazar productos químicos por soluciones caseras, económicas y menos contaminantes. Una de las mezclas más populares es la de bicarbonato de sodio con jugo de limón, que potencia las propiedades de ambos ingredientes.
El limón, gracias a su ácido cítrico, tiene acción antibacteriana y aporta un aroma fresco. El bicarbonato, en tanto, actúa como abrasivo suave y desengrasante. Juntos forman una preparación ideal para múltiples usos en la limpieza del hogar.
Esta combinación sirve para...
En la cocina: elimina grasa de mesadas, hornallas, ollas y tablas de madera; también ayuda a desinfectar electrodomésticos.
En el baño: devuelve el brillo a azulejos, grifos y cerámicas, funcionando como un blanqueador natural.
Contra malos olores: neutraliza olores en la heladera, el tacho de basura o las cañerías.
Como quitamanchas puntual: aplicado en forma de pasta, ayuda a remover suciedad incrustada en acero inoxidable o superficies difíciles.
¿Cómo prepararla?
Exprimir un limón en un recipiente limpio.
Agregar bicarbonato de sodio de a poco sobre el jugo. La reacción hará que burbujee.
Mezclar suavemente hasta obtener una pasta espumosa.
Según la necesidad, se puede:
Diluir con medio vaso de agua para usar como limpiador líquido en superficies amplias.
Mantener más espesa para aprovecharla como pasta abrasiva sobre manchas difíciles.