sábado, 20 de septiembre de 2025 19:00
Sabrina Rojas, actriz y conductora de Pasó en América, volvió a quedar envuelta en un escándalo mediático después de lanzar un filoso comentario que tuvo como destinataria indirecta a Griselda Siciliani, actual pareja de su ex marido y padre de sus hijos, Luciano Castro.
Todo comenzó cuando, en pleno programa, Álvaro Navia contaba cómo se había enamorado de su esposa, Vanina Escudero, mientras ella todavía estaba en pareja. Fue entonces cuando Sabrina interrumpió con un comentario que encendió las redes: “Ah, pero qué Siciliani que sos”.
La frase, cargada de ironía, no tardó en viralizarse y alimentar la histórica tensión con la actriz. Lejos de arrepentirse, Rojas habló con LAM y le puso pimienta a la polémica. “Ustedes (los medios) son como el narcisista que da vuelta las cosas. Hago un chiste al pasar y lo levantan en todos lados, la obsesión la tienen ustedes”, sentenció, dejando en claro que no piensa hacerse cargo de los titulares que la colocan frente a frente con Griselda.
Con su estilo directo, la modelo explicó cómo funciona el detrás de escena en su programa. “Soy muy picante y, en Pasó en América, decimos muchas barbaridades, pero levantan cuando digo algo al pasar. Voy a hacer mil chistes sobre mil situaciones”, aseguró, defendiendo su rol televisivo y mostrando que no tiene intención de bajar el tono.
Pero la actriz también aprovechó para hablar de temas más personales. “No tengo más nada que sanar. No está en mi religión estar con alguien en pareja o que va a ser padre”, lanzó, en referencia a viejas versiones que indicaban que Siciliani habría tenido contacto con Castro mientras ella estaba embarazada.
Fiel a su estilo, Sabrina también aclaró los rumores que la vincularon con Nicolás González, jugador de la Selección Argentina. “Cuando me encaró no sabía que tenía novia”, confesó, desligándose de cualquier responsabilidad en la vida privada del futbolista.
Con estas declaraciones, Rojas buscó relativizar la polémica, pero terminó dejando frases que alimentan aún más la grieta con la protagonista de Envidiosa. Lo cierto es que, aunque intente correrse del escándalo, Sabrina sabe cómo encender el fuego de la farándula.