La médica pediatra Tania Piedrasanta, vecina de Fray Mamerto Esquiú, expresó públicamente su preocupación por el estado del agua potable en ese departamento y en otras zonas del Valle Central. Lo hizo a través de una publicación en un grupo de Facebook que rápidamente se viralizó.
“El agua presenta un olor nauseabundo a algas podridas, un sabor desagradable y una apariencia que, aunque parezca clara, no cumple con las características básicas de potabilidad. Desde la escuela primaria aprendemos que el agua debe ser incolora, inodora e insípida. Lo reafirmamos en la secundaria y en la facultad, en las materias de salud pública y salubridad: si el agua tiene olor o sabor, no es apta para el consumo humano”, escribió la reconocida profesional de Catamarca.
El tema no es nuevo, ya hubo quejas de vecinos por el estado del agua, pero la empresa Aguas de Catamarca SAPEM afirma que se garantiza la calidad óptima para consumo humano, pese al olor y sabor que tiene. “Como médica y como ciudadana, no puedo avalar esa afirmación”, mencionó Piedrasanta y siguió: “En mi práctica diaria observo un aumento de casos de gastroenteritis y cuadros digestivos, lo que refuerza la sospecha de que la calidad del agua podría estar comprometiendo la salud de la comunidad”. A la vez, cuestionó el hecho de que los vecinos se ven en la obligación de comprar agua mineral para consumo diario, “lo cual no debería ser una necesidad sino una elección”, opinó.
La publicación fue compartida más de 330 veces y generó cientos de comentarios de apoyo de usuarios que aseguran atravesar la misma situación. Piedrasanta concluyó con una reflexión: “El agua no debería tener olor ni sabor. El agua es un derecho, no un privilegio”.
