A los 65 años, Bruce Dickinson dice encontrarse en un gran momento, pues ha lanzado el séptimo disco en su carrera solista al que titula The Mandrake Proyect.
A diferencia de sus trabajos anteriores, e incluso su gran trayectoria como vocalista de Iron Maiden desde 1981 (con alguna interrupción), esta vez el genial artista sorprende con el camino sonoro que elige: se trata de un listado de canciones de tinte oscuro, pesado, probablemente poco comercial para estos tiempos que corren, pero que a su vez es un atisbo de esperanza para los amantes del heavy metal pesado y denso, quienes ya están planteando conformidad y gratitud al músico a través de rederes sociales y fan pages alrededor del mundo entero.
Lo llamativo de este gran artista clásico no solo es su rostro musical, pues además posee sabiduría en diferentes terrenos laborales: piloto de avión, catedrático universitario, guionista, historiador, esgrimista y la lista podría continuar.
Bruce Dickinson, siempre activo, con Iron Maiden o con otros proyectos personales. Foto gentileza John McMurtieSin duda alguna se trata de un verdadero “hombre orquesta” que siempre encara sus tareas con objetivos firmes: el horizonte siempre a la vista, de eso se trata.
También actor
Por otra parte, el ícono del heavy metal no es que solo se enfoca estrictamente en lo musical en la actualidad: ahora se metió de lleno en el cine, pero esta vez en rol de actor principal dentro del elenco del film Bjorn of the Dead, que aún no se estrenó.
Su argumento se centra en una banda tributo a ABBA que se encuentra atrapada en un club nocturno al comienzo del apocalipsis. El largometraje, escrito por Austin Dickinson, hijo del músico, y basado en una historia original de Andrew Prendergast, posee una trama divertida y terrorífica a la vez.
Acerca del film, Bruce solo agrega algunos detalles refiriéndose a la trama: “Bjorn es el vocalista de Abbatoir, y sus compañeros de banda, Benny, AnniFrid y Agnetha. Pasan los fines de semana interpretando clásicos de ABBA en locales deprimentes, desde residencias de ancianos hasta pubs vacíos. Benny, el miembro más veterano se entera que en el Nincy Dimey se celebra un concurso de bandas tributos. Cuando la banda llega para cargar sus equipos, las cosas empiezan a torcerse”.
Una charla vía Zoom
Sobreviviente a un cáncer de garganta y tras un breve paréntesis en lo musical, Dickinson hoy en sus palabras traduce felicidad y conformidad absoluta por este presente con un disco que le llevó su tiempo, pero que apenas a pocas semanas de aparecer ya es un éxito en plataformas e incluso en venta en formatos físicos.
Bruce Dickinson tuvo cáncer de garganta y se recuperó, siguió cantando en vivo y grabando discos. Foto gentileza John McMurtieLa charla con quien suplantó a Paul Di’Anno como frontman de Iron Maiden y se consagró a nivel global con aquella canción The Numbre of the Beast en los lejanos ‘80, se produce vía zoom.
Sin embargo, no hay posibilidad de verlo a los ojos a través de la pantalla: el músico apela solamente a un ida y vuelta de preguntas y respuestas; aparece su nombre donde en realidad debería figurar su imagen en vivo y en directo. Al final de cuentas es como una charla telefónica.
Apenas comienza la entrevista, Bruce se apasiona por completo para hablar de la trastienda de su nuevo álbum desde el concepto artístico y la narración (además el trabajo cuenta con una historieta), que son detalles fundamentales para él.
“Empecé a pensar en un comic en 2014, pero durante los siguientes siete años cobró vida propia”, dice Bruce refiriéndose a la idea conceptual que luego sería acompañado con música.
Y añade: “Originalmente iba a ser solo un comic de veinte hojas y el disco iba a contar la historia, pero a medida que fui desarrollando la historia y los personajes, me di cuenta no se podía ligar el uno al otro directamente porque era muy restrictivo para el disco que sonaba espectacular y el comic perfilaba para más largo. De todos modos, hay relación entre uno y otro”.
El aspecto que se encarga de remarcar es haber trabajado el comic junto al reconocido guionista Tony Lee.
“Haber trabajado con él para el guion que realizamos no fue menor. En cuanto vi su material, enseguida pensé ‘este tipo es brillante’, así como Staz Johnson, que se encargó de las ilustraciones. El nuestro es un equipo poderoso, estoy muy feliz por este motivo”, asevera.
La diferencia con Iron Maiden
Luego, y tras tomarse un breve respiro, retoma la palabra para rescatar lo fundamental que es para él grabar con los mismos músicos con los que venía trabajando desde el álbum anterior dentro de su formato solista.
La tapa del nuevo disco solista de Bruce Dickinson, «The Mandrake Project».“Ligeramente diferente en términos de interpretación y la narración e incluso el estilo, además existen registros diferentes, pero no niego que genere algo conciso llevar a cabo una obra con gente con la que uno tiene confianza”.
Asimismo, en paralelo, el músico suma un análisis sobre su carrera en solitario y su labor como frontman de Iron Maiden:
“¿Cuáles son las diferencias entre hacer un disco en solitario y trabajos junto a Maiden? La respuesta es simple, esto no es Iron Maiden, allí eres consciente que tiene un estilo que respetar, un legado, una historia y un todo. Para el caso, todo lo que tengo que respetar con mi material en solitario es la autenticidad de la voz en términos de la canción y la forma en que se presenta”, subraya.
A su vez, argumenta aún más esta idea de lo propio y su búsqueda de confort en el terreno artístico.
“Te doy un ejemplo específico: está la canción Resurrection Men, que no sé si la has escuchado, pero suena como el principio de una especie de película de Quentin Tarantino y eso realmente me enorgullece, me alegra me reconforma demasiado”, se jacta.
Sobrevivir al cáncer
Hace más de una década, la noticia de que Dickinson padecía de un cáncer de garganta generó un golpazo fuerte dentro del ámbito del mundo de metal pesado.
Lo cierto fue que presentó lucha y sobrevivió, volvió a los escenarios y a grabar discos nuevos.
Bruce Dickinson en vivo con Iron Maiden en 2016, en la cancha de Vélez. Foto: Martín BonettoTras su recuperación y en medio de las entrevistas promocionales del álbum The Book of Souls, el vocalista emitió su versión de cómo contrajo aquel maldito cáncer: “Su causa fue un virus, el virus del papiloma humano”, detalló.
Sobre aquellos años de enfermedad, el cantante responde un tanto esquivo.
“De aquella época solo prefiero ver todo como lejano, porque llegó el cáncer de garganta, luego me puse mejor y enseguida salimos de gira como locos, detrás llegó The Book of Souls, fue el preciso momento en el que empecé a hacer ese disco, a esta altura algo así como un recuerdo lejano”, sostiene y se llama al silencio por unos segundos.
Guiones para cine
Por otra parte, entre tanto trajín artístico y tras su recuperación, de inmediato se focalizó en nuevos desafíos que dieron que hablar, tal como fue el caso del film Chemical Wedding, cuya autoría del guion fue suya, en clave de comedia, terror y ciencia ficción.
“La verdad, aquellas son solos experiencias. Es como quien quiera escribir un guion sobre mí. A su vez estoy con otro guion en este momento. Prefiero hoy por hoy focalizar en términos de lo que traemos sobre el escenario, en términos de algún tipo de realidad. Y la realidad es la música. Eso lo es todo. Quiero decir que esta es mi realidad. O sea, seis personas de pie haciéndolo todo, dándolo todo, ese es el gran guion de hoy, pero aquello estuvo bien, por qué no decirlo”, explica con cierta reserva.
Bruce Dickinson en Buenos Aires en 2019, cuando dio una charla en un encuentro tecnológico en Tecnópolis. Foto: TelamPor lo visto, Dickinson pese a todas sus otras actividades, nunca deja de aunar su vida con la música. A tal punto que cuando se le pregunta acerca de con quién estaría dispuesto a juntarse a tocar, de inmediato lanza una primicia.
“A mí me interesan quienes cuentan con ánimo rupturista, tal es el caso de Trent Reznor, cantante de Nine Inch Nails. Creo que sería genial encontrarme con él solo porque grabó una de las mejores canciones jamás grabadas por cualquier artista en la historia. Me refiero a cuando Johnny Cash hizo su versión de su canción Hurt”, se entusiasma.
Y prosigue: “Sería genial sentarme en un cuarto con Trent Reznor y simplemente hablar de cómo hace lo que hace, cuáles son sus motivaciones. Me gusta cuando podés conocer gente sin estar trabajando, intercambiar ideas y de eso obtener inspiración”.
Los precios actuales de los recitales
En cuanto al análisis de la industria musical y los cambios de modos a la hora de escuchar canciones, Dickinson posee ideas ambiguas.
“A las nuevas generaciones les daría la bienvenida a mi mundo analógico, sería un shock para ellos”, emite una larga carcajada y continúa.
Bruce Dickinson con Iron Maiden en Vélez Foto Juano Tesone “Deberían pensar la música como una pieza de 50 minutos para ser disfrutada de comienzo a fin. Escuchar un disco completo es la única manera de entenderlo. Luego podés elegir qué canción escuchar, pero al menos una vez debés escucharlo entero, ininterrumpidamente, sin distracciones, sentado en un sofá frente a tu equipo de música”, argumenta.
En otro orden de cosas, el cantautor inglés plantea su mirada sobre el mercado y lo costoso que es hoy acceder a un ticket para un show en cualquier rincón del planeta.
“Primero depende del espectáculo que se trate y de la audiencia que asista. A ver, la mayoría de los artistas están cobrando bien. Por ejemplo, el show de U2 en Las Vegas costaba 1200 dólares incluyendo un paquete vip, exclusivo. Lo que importa es mantener un tipo de entrada a un precio adecuado, por lo menos es mi criterio”, toma aire, piensa y reemprende su idea.
“Las entradas que son en cercanía del escenario, las que todo el mundo dice que deben ser más caras en realidad para mí deberían ser las entradas a precios más razonables, porque quienes pueden ir allí son los verdaderos fans, gente conformada por niños, gente que no puede permitirse el dinero loco. Son ellos los que van a mantener viva a la música”.
-¿Qué opinás de artistas como Taylor Swift, Bud Bunny o Miley Cirus, que entrelazan lo musical con lo mediático, consiguiendo resultados positivos?
-Cada uno en lo suyo. Sé que soy famoso cuando aparezco para realizar algún show. Pero no voy por ahí con una camiseta diciendo: “¡Hey, soy famoso!”. No es mi método. Me gusta ser lo más anónimo posible fuera del escenario. Porque para mí todo gira en torno al escenario cuando estoy contando la historia de la música, cuando estoy cantando o si estoy escribiendo; obviamente es privado y luego lo hago público.
Estoy convencido de algo: la fama es un subproducto de la creatividad.
-Por último, ¿tenés programada una gira por Latinoamérica para presentar lo nuevo?
-La gira por lo pronto ronda por Gran Bretaña, Francia y otros países de Europa. Claro que habrá fechas para Latinoamérica, estaremos en México y en Brasil, incluso la gira cerraría, en principio, en la ciudad de San Pablo. Seguramente se irán agregando fechas con el correr de los meses.