Unos 35 mil mendocinos volvieron a manifestarse a favor de la universidad pública y en contra del desfinanciamiento de los presupuestos de la Universidad Nacional de Cuyo y la Universidad Tecnológica Nacional Regional Mendoza, en el marco de la masiva marcha nacional contra del veto presidencial a la ley que incrementa los fondos para el sistema universitario.
Fue una protesta pacífica, con participación de alumnos, egresados y gremios educativos. El dato que llamó la atención, a diferencia de la marcha de abril, fue la mayor presencia de intendentes y funcionarios del gobierno provincial, que comanda Alfredo Cornejo (UCR), un aliado político de Javier Milei.
En la columna principal que marchó desde el parque General San Martín por avenida Emilio Civit, había funcionarios radicales: el ministro de Educación, Culturas e Infancia, Tadeo García Zalazar, el presidente de la Cámara de Diputados de Mendoza, Andrés Lombardi, el subsecretario de Cultura, Diego Gareca y el ex ministro radical y actual vicerrector de la UNCuyo, Gabriel Fidel.
También acompañaron la protesta los intendentes de la UCR, Ulpiano Suarez, de la ciudad de Mendoza, y Diego Costarelli, de Godoy Cruz, y el ex vicegobernador Mario Abed, actual intendente de Junín.
Cuando los manifestantes se dirigían a la Plaza Independencia, donde confluyó la marcha, la UCR Mendoza emitió un comunicado en contra del veto de la ley de financiamiento universitario con el título: «Sin universidad pública, no hay futuro».
“Una vez más estamos acompañando a la universidad pública, una herramienta que permite el ascenso social y la igualdad de oportunidades. El Gobierno Nacional tiene que asumir su compromiso de financiarla, por supuesto, con todos los controles y las auditorías pertinentes”, dijo el presidente de la UCR mendocina Peti Lombardi.
El comunicado destacó que históricamente la educación pública ha sido una bandera de la Unión Cívica Radical. «Uno de los grandes aportes que ha hecho el radicalismo a la democracia argentina es el sostenimiento de las universidades públicas, en 1918 con la reforma universitaria, y a partir de 1983 con el proceso de normalización de Raúl Alfonsín”, resaltó.
«Nos movilizamos no sólo porque estamos de acuerdo con el reclamo universitario sino porque está en discusión el financiamiento de toda la Educación argentina. La educación pública es esencial para cualquier modelo de país desarrollado que se quiera llevar adelante», argumentó el ministro García Salazar, del círculo más intimo de Cornejo.
El gobernador mendocino no estuvo en la provincia durante la marcha, se encontraba de viaje en Londres, a donde participó con los gobernadores de la Mesa del Cobre de una feria minera y reuniones en busca de inversiones para la región de Cuyo.
Desde estudiantes a jubilados
La movilización comenzó a las 16 en la rotonda de ingreso al campus de la Universidad Nacional de Cuyo, con la presencia de estudiantes, egresados y jubilados. Desde allí, cubriendo más de 10 cuadras, avanzó por el parque general San Martín y la avenida Emilio Civit.
La concentración masiva fue a las 18, en la Plaza Independencia, donde había un escenario y se oyeron discursos a favor del financiamiento universitario de voceros de las escuelas secundarias de la UNCuyo, de la federación de estudiantes y de los gremios.
Según estimaciones del Ministerio de Seguridad y Justicia, la marcha universitaria reunió en la Ciudad de Mendoza, a unas 35.000 personas.
«La educación es futuro, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, pero hoy más que nunca la educación es inversión, no es gasto. Ese es el mensaje que esta marcha le da al país desde Mendoza», dijo en el acto de cierre el vicerrector de la UNCuyo, Gabriel Fidel.
Destacó el vicerrector que la universidad pública en Mendoza «ha sido fundamental en la transformación de sectores claves de nuestra economía, como es la vitivinicultura, la agroindustria, la energía, la economía del conocimiento y el turismo».
Y defendió la transparencia de las cuentas: «La UNCuyo es sostenida con el esfuerzo de la sociedad, con recursos públicos, y es nuestra obligación rendir cuentas a la sociedad de cómo gastamos ese dinero. Por eso, somos una universidad abierta y transparente, que tiene sistemas de auditorías internas independientes y también externas, y nuestra información está disponible».